Más de 150 actores y casi 8 años de producción han sido necesarios para llevar a cabo la adaptación televisiva de La catedral del Mar, la novela de Ildefonso Falcones con más de 6 millones de ejemplares vendidos, y que Antena3 ha presentado en el Festval. “Es la culminación de un viaje muy largo. Antena 3 lleva cinco años intentado que el proyecto vea la luz”, ha explicado Sonia Martínez, directora de ficción de Atresmedia. “Ha habido momentos muy duros, pero teníamos claro que lo queríamos hacer”.
Planeada desde el principio como una producción internacional, tanto la cadena como Diagonal TV, la productora detrás de otras series históricas como Isabel, tenían claro que querían actores españoles para llevar a cabo esta producción: “Fue difícil, pero no queríamos trabajar con actores extranjeros con la calidad que hay en España, no ha habido necesidad”.
Para ello fue clave la entrada de Netflix, que ha aportado el 20 por ciento aproximadamente del presupuesto y será la distribuidora internacional de la serie. Aunque no han querido dar cifras, reconocen que La Catedral del Mar tiene un presupuesto superior a otras ficciones. “Podemos decir que es gama Premium si queréis”, ha comentado Sonia Martínez. “Son menos episodios y de menos duración, por lo tanto ha habido más capital por capítulo. Por mucho que se hable del presupuesto, la diferencia con las series americanas sigue siendo abismal”, ha añadido el director Jordi Frades, que define la serie como una película fraccionada de ocho episodios.
La duración, de unos cincuenta minutos en contra de los setenta habituales en España, se decidió así para adaptarse a las exigencias del mercado internacional. Pero, como ha reconocido el director, puede dar más de un quebradero de cabeza a Antena 3. “Seguramente tendremos problemas de audiencia y de share, pero es algo con lo que habrá que aprender a convivir si queremos equipararnos a las series americanas”.
El presupuesto se ha destinado sobre todo a la construcción de decorados y efectos digitales. “Es muy cara porque nada de lo que se ve en la serie existe. Todo se ha tenido que ambientar de cero y hay muchos efectos digitales en las dos batallas, en la catedral y en el borrado de objetos actuales que no deberían estar allí”.
Jordi Frades ha destacado que, a pesar de ser una superproducción, ha querido hacer una serie intimista. “Se habla mucho de datos, de los más de 150 actores que han participado, del número de carros o caballos… Pero lo que importa es contar la historia desde la máxima humildad y mi intención ha sido hacer una serie intimista. Estamos contando la realidad de unas personas que vivieron una época muy dura, y habrá momentos muy incómodos para el espectador”.
Para terminar, Frades ha elogiado a todo elenco, pero en especial, a Aitor Luna, que interpreta a Arnau a partir del episodio 3. “Tiene momentos increíbles. Se merecía un personaje así…”, ha dicho hasta el director, que ha tenido que parar emocionado y entre lágrimas.
