La primera temporada de Fariña concluyó con el macrojuicio de la Operación Nécora, en el que 15 de los 49 acusados fueron absueltos y puestos en libertad. Corría el año 1990 y la detenciones por tráfico de drogas se dispararon a partir de entonces. De ahí que, un lustro después, casi un 90 por ciento de los imputados terminaran en la cárcel por nuevos delitos. Sito Miñanco, Laureano Oubiña, los Charlines, Esther Lago, Marcial Dorado… sus vidas dan para una o varias temporadas más de la serie de Bambú.
1- SITO MIÑANCO: El narco que creyó ser Robin Hood. Preso de nuevo, tras ser detenido en Algeciras en febrero de 2018 en una operación antidroga desarrollada en Andalucía, Galicia y Madrid, Miñanco no fue detenido en la Operación Nécora como se ve en la primera entrega de la serie, de hecho en el juicio ni lo vemos. Se libró de la redada gracias a un chivatazo y huyó a Sudamérica –su esposa Odalys Rivera era panameña–. Idolatrado aún por muchos de los vecinos de su Cambados (Pontevedra) natal –"era buena persona", "fue muy generoso con la gente de aquí", se escucha aún por sus calles–, la Audiencia Nacional lo condenó a 20 años de cárcel en 1994 por tráfico de drogas, evasión de impuestos y falsedad documental. Solo cumplió siete, pero en 2001 volvió a ser detenido en plena faena en su casa de Madrid: la Policía lo sorprendió rodeado de cartas de navegación, coordinando una descarga de cinco toneladas de cocaína en aguas internacionales. Otra condena, esta vez de 16 años, y de nuevo a la cárcel. Salió en libertad condicional en 2015 e incluso trabajó en Algeciras como empleado de parking, pero nunca abandonó el 'negocio'… Tuvo dos esposas, María Rosa Pouso –encausada este año por un delito de blanqueo capitales relacionado con la inmobiliaria San Saturnino, una de las tapaderas del narco–, y Odalys, arrestada en 2001 en Panamá por tráfico.
2- LAUREANO OUBIÑA: Un 'yonki' de la fama, que además tendrá su propio documental. Detenido por primera vez en 1983 por contrabando de tabaco, ha entrado y salido de la cárcel de manera continuada e incluso estuvo fugado 13 meses hasta su detención en Grecia, en 2000, tras ser condenado a cuatro años de cárcel por llevar seis toneladas de hachís de Holanda a España. Farandulero y con incontenencia verbal, salió en 2017 de prisión por problemas de salud. Casado con Rosa María Carro, con quien tuvo ocho hijos, rompió su matrimonio para casarse con su secretaria Esther Lago, que falleció en accidente de coche. Salió de la cárcel para asistir a su entierro, entre los insultos de los vecinos. El símbolo de su 'riqueza' fue el Pazo Baión, que adquirió por 275 millones de pesetas y que ahora es un centro de enoturismo. La imagen de Carmen Avendaño abriendo la verja en 2008 es la mejor metáfora del triunfo de 'las madres de la droga' sobre los narcos gallegos. El pasado junio, el narco presentó sus memorias Toda la verdad, y lo hizo en la explanada de la Iglesia de Baión, en Vilanova de Arousa, con vistas a su famoso pazo. Además, tendrá su propio documental, Yo fui un narco, que ya preparan DMAX y Unicorn Content.
3- MANUEL CHARLÍN: El terrible patriarca. Temperamental, autoritario, violento, cruel… era con diferencia el narco más temido por sus vecinos. Detenido por primera vez en 1989 cuando se sentó en el banquillo por la Operación Nécora –resultó absuelto, por cierto–, dirigió el 'negocio' junto a sus seis hijos, fruto de su matrimonio con Josefa Pomares. Ha pasado muchos años entre rejas por tráfico de cocaína y blanqueo y su última detención fue hace unas semanas con su hijo Melchor por un alijo de 2.000 kilos de cocaína. Ahora en libertad, debe presentarse cada 15 días en el juzgado. El clan de los Charlines sería una trama jugosa para la vuelta de Fariña, ya que todos han sido detenidos alguna vez. Destaca Josefa, la primogénita, que se erigió en cabecilla cuando su padre entró en prisión por primera vez. En la historia de esta familia no falta de nada, celos, traiciones, envidias… De hecho, el pasado abril la casa familiar fue asaltada no se sabe si para robar o por un ajuste de cuentas. Lo golpearon a él y a uno de sus hijos con un bate de béisbol.
4- MARCIAL DORADO: El amigo de Alberto Núñez Feijóo. Pese a que su protagonismo en la primera temporada de Fariña es pequeño, la historia de Marcial Dorado tiene todos los ingredientes para una serie de narcos. De familia humilde, su madre era sirvienta de Vicente Otero Terito, empezó traficando con tabaco y era un excelente piloto de planeadoras. Tampoco se le procesó en la Operación Nécora, pero acabó entre rejas en 2003 como responsable de un alijo de cocaína que transportaba el buque mercante South Sea. Está en libertad desde 2017, pero fue actualidad hace unos meses tras filtrarse una foto de él, en un yate en 1995, con el ahora presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo. Aunque compartieron viajes a Canarias, Ibiza o Portugal, Feijóo asegura que desconocía que era un capo de la droga.
5- RICARDO PORTABALES Y MANUEL FERNÁNDEZ PADÍN: Los arrepentidos. Aunque sus testimonios fueron claves para el éxito de la Operación Nécora, son los grandes olvidados de esta historia. El primero, Portabales fue testigo protegido y cambió de identidad; de hecho, todavía hoy se desconoce su paradero. El segundo, Padín, fue fundamental para destapar los negocios de los Charlines. Tras años con identidad falsa, reapareció en 2013 cuando irrumpió en la Gala de la Fundación Galega contra el Narcotráfico para denunciar que se sentía "abandonado" tras retirársele la custodia policial: "Los narcos me quieren matar", clamó. Publicó el libro Dejadnos vivir. La generación perdida.
Roberto Cabezas es especialista en fitness, CrossFit, culturismo, material de entrenamiento, nutrición y suplementación deportiva en Men's Health España. Licenciado en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información, en Madrid, siempre me ha gustado el deporte. Jugué al fútbol, practiqué karate, tenis y ahora soy un apasionado del pádel y entrenar en el gimnasio. Creo firmemente en que llevar una vida saludable, comiendo bien y haciendo ejercicio a diario, es fundamental tanto para el cuerpo como para nuestra salud mental. Y animo a combatir el estrés con el entrenamiento fitness mediante rutinas de ejercicios.
Uno de mis hobbies es comprar comida porque me encanta comer, sobre todo carne, pero también la fruta y los postres healthy. No me falta mi batido de proteínas diario y puestos a recomendar, prueba la crema de cacahuete con plátano, esta es una de muchas de las recomendaciones que puedes encontrar entre los contenidos de nutrición en los que escribo y trato temas como, la creatina, proteína whey entre otros.
En lo profesional, antes de formar parte de la Healthy Unit de Hearst Magazines, estuve casi 20 años en las revistas Teleindiscreta, TP y Supertele, de la misma compañía, donde aprendí a ser periodista. Antes pasé por una consultora económica y una web femenina. ¿Más aficiones? La lectura, la música, el cine, las series y jugar con mis hijos. ¡Vive y deja vivir!
