Luisa, Denisse y Roberto coinciden en afirmar que han creado un pequeña familia en el plató, como la que protagonizan en la trama de Servir y proteger, donde han centrado últimamente sus carreras profesionales. Y no solo entre ellos, sino también con el resto del equipo. “Da gusto ir a trabajar y encontrarte con tantos amigos que comparten tu misma pasión”, asegura Denisse Peña. Roberto Álvarez tiene el mismo sentimiento. “Tenemos una relación bárbara entre los tres. A Luisa la conozco desde hace muchos años”.
Respaldado por su veteranía en escenarios y platós, incorporarse a una serie diaria ha sido un gran descubrimiento para Álvarez. “Yo vivo esta ficción como una fiesta, además de un evento valioso en mi carrera. Me encanta haber conocido a gente tan válida. Cuando eres capaz de dar volumen y credibilidad a las escenas de una diaria, te sientes más feliz que si hubieras rodado Juego de tronos”.
Y la eficiente inspectora Miralles ha encontrado en su marido, Antonio, el médico del barrio, el apoyo necesario para llevar con buen rumbo la comisaría que dirige. “Claudia no estaba preparada para la maternidad. Había luchado mucho por ser policía, y convertirse en madre, en este caso adoptiva, le ha pillado por sorpresa. En el hogar no se maneja tan bien como en el trabajo, pero afortunadamente su esposo le ayuda mucho”.