La serie La otra mirada ha descubierto a un grupo de jóvenes actrices como Begoña Vargas, que para encarnar a Roberta, la alumna líder en el colegio de señoritas de Sevilla donde se sitúa, ha exprimido su vena dramática.
¡Tu primer protagonista!
Es un regalo de serie, de personaje y de trama, por reivindicativa. Lo que contamos en los años 20 lo vemos en el Telediario.
El juicio por la violación de tu personaje coincidió con la sentencia de La Manada.
Sí, fuimos trendic topic. Muchas mujeres me escribieron agradecidas por dar visibilidad al problema. La multa que se le puso a Rafita [José Pastor] fue irrisoria. Resulta injusto que se siga culpabilizando a la víctima y no se penalice al agresor.
¿La escena más difícil?
Varias. El juicio, y la violación, que preparé con un coach. Necesitaba estar fuerte para interpretar algo tan horroroso.
¿Cómo trabajas el drama?
En casa visualizo las secuencias, y luego me dejo llevar por el director.
Te pareces a Roberta en…
En lo impulsiva y sensible. También en su cabezonería y perseverancia. Pero no tengo madera de líder.
¿Qué tal eras de alumna?
Hiperactiva e inquieta, así que me costaba mucho sentarme a estudiar. Lo llevaba muy mal.
¿Ibas de uniforme?
Sí, pero quería ir mona. me acortaba la falda, me ponía medias, y manoletinas en lugar de zapatos.¡ Y me caían unas broncas!
¿Tu personaje favorito?
Margarita [Lucía Diez], por su punto cómico, y Luisa [Ana Wagener], por su evolución; pasas de no soportarla a amarla por su problema familiar.
Te hubiera gustado hacer…
Como reto, Margarita, pues nunca he optado al papel de empollona. Y, Teresa [Patricia López Arnaiz], imposible por edad.
La rodasteis en seis meses. ¿Cómo fue la despedida?
El último día no podía dejar de llorar porque soy muy sentimental, y estuve deprimida hasta que conseguí sacar a Roberta de mi cuerpo.
¿Qué te ha aportado?
Esta serie ha sido una megaescuela que me ha hecho madurar como actriz y me ha abierto la mente en muchos temas.
¿Cómo decidiste ser actriz?
No lo decidí. Nací con ello. A los 4 años ya decía que quería salir en la tele.
¿Qué habías hecho antes?
Teatro desde los 8 años, en un centro cultural, y Los Miserables, donde estuve cuatro temporadas. También cameos en varias ficciones, y en la última de Paquita Salas.
¿Estás a gusto en la tele?
Al venir del teatro, un medio más sincero y sin cortes, resultó difícil, pero me está encantado.
¿Tu estatura es obstáculo?
Sobre todo al principio; era alta para hacer de hija de algunas actrices pero baja cuando quería hacer trabajos de moda.
¿Otras pasiones?
La danza; bailo desde los cinco años. Y la música. ¡Al plató me llevaba el ukelele para los parones!
¿Proyectos?
Boca Norte, una serie musical para Playz.