A sus 35 años, ha vivido el lado bueno y el malo de la fama. A finales de los 90 Lidia San José se convirtió en un rostro habitual para los espectadores gracias a su trabajo en A las once en casa, con Antonio Resines y Ana Obregón. Después vino otra comedia de éxito, ¡Ala… Dina!, donde tuvo un papel protagonista a lo largo de 64 capítulos, hasta que acabó el diciembre de 2002. Y empezó el declive. Los proyectos comenzaron a ser menos, consiguió pequeños papeles en Diez en Ibiza o Yo soy Bea… hasta que se cansó, hizo las maletas y se marchó a México.

Allí esta licenciada en Histori encontró un país del que se enamoró y también trabajo. Como el que hizo en la telenovela Nada personal, donde interpretó a la villana Natalia del Castillo.

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Y se metió de nuevo en la rueda del éxito, sobre todo cuando Los Javis se convirtieron en sus hadas madrinas y la rescataron para interpretarse a sí misma en Paquita Salas. La serie de Netflix protagonizada por Brays Efe le ha devuelto a la primera línea y la actriz aún no puede creer su buena suerte.

Por eso, en su perfil en las redes sociales ha añadido la coletilla de 'chica Netflix' y presume de sus vivencias en la serie.

Pero no es su única intervención en la plataforma digital. Lidia San José también ha participado en una de las ficciones biográficas más esperadas de la temporada: Luis Miguel, la serie. Allí interpreta a Ana, la cándida secretaria y amante de Luis Rey, el padre del cantante mexicano al que interpreta Óscar Jaenada, que se ha convertido en un buen amigo suyo.

Aunque su personaje en la serie sobre la vida de Luis Miguel ya ha terminado, la actriz ha disfrutado la experiencia y presume de ser chica Netflix… al cuadrado.