Hace pocas semanas, Ingrid García Jonsson revolucionaba las redes sociales tras su paso por El hormiguero: "No me acuerdo qué le dije a Pablo Motos; iba muy borracha porque me daba mucha vergüenza", confesó después en La resistencia (canal #0).
Espontánea y seductora, despierta mucha curiosidad. "Media España quiere que presente un programa y la otra media no la conoce", decía un usuario. Una extraña realidad para esta sueca nacida en 1991, de padre sevillano y madre sueca, con una nominación al Goya por Hermosa juventud (2014), de Jaime Rosales, pero sin ningún taquillazo todavía. Elegida entonces por la revista Hollywood Reporter como una de las seis promesas del Festival de Cannes, siempre se ha sentido condicionada por su físico: "No hay muchas actrices españolas rubias y doy el perfil para hacer de guiri. Pero no quiero que me encasillen. Me siento española, aquí me he criado".
Reconoce estar empezando –"He rechazado ofertas porque no me sentía a la altura, soy cobarde"– y prefiere papeles menores a ser protagonista: "Los principales tienen que ser guapos y listos; me gustan más los imperfectos".
La chica que a los 18 años se convirtió en doble de Cameron Díaz en Noche y día, que recogía fichas de póker y que pidió permiso al encargado del bar donde trabajaba para ir a Cannes, va camino de convertirse en una estrella. Tiene pendiente el estreno de tres películas. Graba la serie Limbo para Playz, el canal on line de RTVE, y en verano rodará con Jean Reno. En Instinto será la pedagoga que no se deja impresionar por el poder de Marco (Mario Casas). Completan el reparto Silvia Alonso y Bruna Cusi.
