"Este es un thriller sobre una gran sarta de mentiras”. Así define Arantxa Écija, jefa de Ficción de Mediaset, La verdad, la segunda serie de los creadores de El Príncipe para Telecinco, de inminente estreno. Y si entonces la fórmula funcionó, ahora cadena y productora dan un paso más. "Vamos del sur, Ceuta; al norte, Cantabria, con una historia de más drama e intriga, centrada en una familia", dice César Benítez, productor de Plano a Plano.
Como en aquella, su arranque, la vuelta a casa de una desaparecida, bebe de casos reales: la austriaca Natascha Kampusch, que escapó de su secuestrador; la gallega Naika Méndez, que nunca dijo dónde había estado durante una década, y Frédéric Bourdin, que se hizo pasar por otro, inspiran la trama de Paula García, una niña rica que vuelve nueve años después de su mediática desaparición. Policía, prensa, y familia, tratarán de descubrir la verdad sobre el caso.
No lo tendrán fácil, pues la menor miente sobre lo vivido y manipula a todos. "Tiene doble personalidad, parece angelical y desvalida, pero utiliza sus armas de mujer para sacar información a su hermano o cautivar al policía del caso, Marcos Eguía", explica Elena Rivera, que encarna a Paula.
Resulta clave su relación con él, al que arrastra a un tórrido affair. "Como ella confía en el agente, este le sigue el juego para averiguar lo ocurrido [su apellido en vasco, 'Egia', significa 'verdad'] aunque suponga traspasar ciertos límites", dice Jon Kortajarena, que le da vida.
El espectador sabe más que los personajes, hasta el punto de que el primer capítulo, La jaula abierta, desvela que la chica no es Paula García, sino una tal Sara. "El suspense trasciende la suplantación de personalidad al resto de personajes, que dicen ser lo que no son, hasta descubrir un secreto mayor que su desaparición. Los giros inesperados de la trama atrapan hasta el final", asegura Benítez.