Natural de Luanco (Asturias) pero criado en Ferrol, Javier Gutiérrez se ha convertido en unos de los actores más aclamados del momento. Comenzó en televisión con Aída, luego vinieron Los Serrano y Águila roja, donde el personaje de Sátur caló entre la audiencia. Siempre había hecho papeles más bien cómicos, por eso sorprende cuando hace dramas en cine y en teatro.

Tienes dos Goya que guardas en el salón de tu casa. ¿Te presentas en febrero a por un tercero con Durante la tormenta o con Campeones?
No tengo ni idea. Hay muy buenos trabajos este año en cualquier categoría que podrían ser favoritos. En el caso de Campeones, el premio son los más de tres millones de espectadores que ha tenido y adónde ha llegado la película dando visibilidad al mundo de la discapacidad. No hay Oscar ni Goya que pueda equipararse a eso. Y respecto a Durante la tormenta, me apetecía mucho trabajar con Oriol Paulo, uno de los grandes cineastas que tenemos hoy en nuestro país y que hará grandes cosas en el futuro; además estoy contentísimo con el elenco de actrices con las que trabajo en esa película.

Da la sensación de que arrasas en todo lo que haces en los últimos tiempos. ¿Los halagos te hacen perder la cabeza?
No pierdo la cabeza porque los premios me han pillado mayor, con cuarenta y tantos. Luego porque yo siempre comienzo los proyectos pensando que me lo tengo que ganar, que hay que salir al campo a jugar el partido.

¿De niño te daban miedo las tormentas como la que cae en la película (Durante la tormenta), con rayos y truenos?
De niño me daba miedo todo. Mi hermana la pequeña no paraba de darme sustos por los pasillos de nuestra casa y me ponía de los nervios. Fui un niño miedoso y he ido venciendo eso con el paso del tiempo.

Viviste en un matriarcado sobreprotegido por tu madre y tus hermanas…
Sí. Mi padre murió cuando yo era pequeño y crecí sobreprotegido por mi madre y mis dos hermanas mayores que yo. Precisamente esa timidez casi enfermiza que tenía es lo que me decidió a convertirme en actor. Me gustaba imitar a amigos, vecinos, y era el centro de atención en las reuniones familiares y además me gustaba mucho leer. Los actores somos grandes tímidos y por eso necesitamos de ese disfraz para ocultar nuestra verdadera identidad. Además, es muy emocionante vivir otras vidas.
¿Mantienes los mismos miedos que al principio? Te lo digo porque tienes fama de exigente…
Me tomo muy en serio mi profesión, cualquier cosa que hago, pero cada vez sufro menos. O al menos, lo intento. Ahora mismo estoy en el teatro con la obra ¿Quién es el señor Schmitt?, con Cristina Castaño, y estamos llenando todos los días. Si el espectador se va contento, volverá, pero si sale
insatisfecho, a lo mejor no vuelve. Con una película pasa lo mismo; si la película no convence o tú no estás muy contento con el resultado, el espectador puede sentirse estafado y tal vez no quiera ver tu siguiente proyecto.

instagramView full post on Instagram

¿Crees en la buena o mala suerte, en las carambolas?
El destino lo escribimos nosotros mismos; tal vez hay una parte de azar, pero no creo que el destino te tenga nada reservado. Hay que salir a la calle y pelear la buena o la mala suerte a diario.

Habéis estrenado en Murcia. ¿Para cuándo Madrid?
Seguramente para septiembre del 2019, abriendo temporada.

Siempre has dicho que nunca pensaste hacer cine ni tele, que lo tuyo es el teatro. ¿Vuelves al teatro siempre, como quien vuelve al origen?
El teatro es una gasolina indispensable para mí y goza de buena salud. En Madrid y en Barcelona se hace buen teatro. Las salas se llenan y ese toma y daca con el espectador, el riesgo y la temeridad de subirse a un escenario, te coloca en otro lugar distinto al del cine o la televisión. Esta profesión es tan hermosa que hay que llevarla a cabo con pasión y con paciencia.

Volviendo a Campeones, ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con discapacitados intelectuales y más como entrenador de un equipo de baloncesto?
Ha sido muy divertido porque me apasiona el baloncesto y el deporte en general. Es una película muy macarra, muy políticamente incorrecta, muy valiente y que nos da una bofetada de pura y de cruda realidad.

¿Te implicaste en ese proyecto porque tu hijo Mateo sufre una discapacidad o fue por la normalización que hace la película de la discapacidad intelectual?
No sólo me mueve lo profesional sino que hay un componente personal casi más importante. Mi hijo sufre una discapacidad y me parecería hipócrita hacer una película sobre el mundo de la discapacidad sin decir que en mi propia casa lo estoy sufriendo. El espectador lo puede entender mucho mejor y
además, me parece una manera de normalizar que actores, políticos o deportistas, gente conocida, también vive ese tipo de situaciones.

¿Situaciones dolorosas que acaban convirtiéndose en gozosas?
Es importante que no perdamos de vista que los discapacitados no son marcianos, sino personas con las mismas inquietudes, los mismos deseos y las mismas necesidades que cualquiera de nosotros. Es cierto que si tienes un hijo con discapacidad, se te despiertan más miedos. Al nacer se nos hizo un mundo, parecía una película de terror -desde luego no es una bendición de Dios- pero con el paso del tiempo se convierte en una película de amor y a día de hoy no podría vivir sin mi hijo.

Sky, People, Cloud, Standing, Jeans, Walking, Child, Mountain, Vacation, Footwear, pinterest

Mateo tiene ahora nueve años. ¿Cómo concilias trabajo y familia?
Mi ex mujer (Inés Enciso, gestora cultural y directora del festival Una Mirada Diferente del Centro Dramático Nacional) y yo nos volcamos de lleno en nuestro hijo y desde luego trato de lidiar con el tiempo y el trabajo que tengo, con la vida personal. Hago lo que puedo y siempre echando mano de familiares o de gente que le cuide.

El cine de Javier Fesser, ¿además de entretener, cumple una función social?
Por supuesto. No concibo esa película con otro director. Javier decía una cosa muy interesante de las personas que nos consideramos con capacidades y es que sólo utilizamos el 50 por ciento de ellas para esconder nuestras discapacidades, para disfrazarnos y engañar al de al lado. Creo que no somos tan
diferentes, que las personas con discapacidad tienen otras capacidades distintas, simplemente.

Estás en la segunda parte de Vergüenza para Movistar+. Allí eres Jesús, un especialista en meter la pata. ¿Cómo evoluciona tu personaje?
Jesús es el rey del cuñadismo. Se mete en situaciones que nos pueden pasar a todos, pero el común de los mortales tiene vergüenza torera y en cambio él no tiene el más mínimo sentido de la vergüenza. Pero es más cercano y más visible de lo que pudiera parecer en un principio. Puede parecer un perdedor, pero todos tenemos una parte de Jesús o de Nuria (Malena Alterio) en nosotros.

Fun, Comfort, Sitting, Human, Couch, Furniture, Leg, Bed, Leisure, Linens, pinterest

¿Entiendes a tu personaje o en su pellejo dirías “tierra, trágame”?
Disfruto mucho haciendo ese personaje y llevando las situaciones al límite porque los telespectadores empatizan con él. De salida, no es un triunfador, no es un tipo del que te alejes, sino que en teoría podrías entenderle y acercarte a él. Pero, a medida que transcurren los capítulos, el telespectador pasa
por diferentes estados respecto a ese personaje. Descoloca muchísimo porque la serie es bastante transgresora y conforme avanzan los capítulos es más osada. Es una comedia que se sale de los cánones de lo que se hace en este país.

¿Se prepara una tercera temporada de Vergüenza?
Sí y eso significa que a la gente le gusta. El escenario en la segunda temporada ya es totalmente diferente; ellos son conscientes de que son mete patas y van a tratar de enmendarlo, aunque acaben metiéndose cada vez en un charco más grande.

¿Esperabas el éxito que está teniendo Estás vivo?
Con lo que ha cambiado el modo de ver televisión con la llegada de las grandes plataformas, la verdad es que no está claro qué puede o qué no puede funcionar. Lo cierto es que Estás vivo ha sido una gran apuesta de TVE y de Globomedia. Está creada por Daniel Écija, un tipo que suele dar en el clavo y el
personaje de Manuel Marqués es un regalo. Era la serie que buscaba después de hacer Águila Roja durante unos cuantos años.

Human, Moustache, Headgear, Beard, Facial hair, pinterest

¿Te sientes en deuda con Sátur, el fiel escudero de Águila Roja, al que has interpretado durante nueve temporadas?
Mucho. Es un personaje al que le tengo mucho cariño. En su día Águila Roja abrió una brecha dentro de la ficción española, porque antes no se acometían producciones tan ambiciosas. Me ha permitido transitar por la comedia y el drama, la acción, la aventura y trabajar en el tiempo, combinarlo con el cine
y producir teatro.
Háblame de nuevos proyectos
A finales de noviembre empiezo a rodar la película Hogar con los hermanos Pastor (Alex y David Pastor son los creadores de la serie america Incorporated, un thriller futurista del canal Syfy), con Mario Casas, Ruth Díaz y Bruna Cusí. Es un thriller con un guionazo; de los mejores guiones que he leído en los
últimos tiempos. Si la hacemos bien, va a ser una auténtica sorpresa.

Con tanto trajín, ¿te queda tiempo libre para disfrutar?
Siempre sacas tiempo. Entonces me dedico a pasear porque en las grandes ciudades siempre vamos con prisas, en coche o hacinados en el metro y yo voy caminando a todas partes. Y otro de los placeres de los que disfruto es la cocina. Cocino mientras escucho la radio.