Manuela Vellés asistió a la fiesta en la Antigua Fábrica Estrella Damm de los candidatos de los Premios Gaudí de Cine, que se celebrarán el próximo 17 de enero, como candidata por su interpretación en la película Alegría Tristeza de Ibon Cormenzana que se estrenará el próximo 16 noviembre. En el film, además de interpretar a una psicóloga que ayuda a recuperar las emociones a un bombero que las ha perdido como consecuencia de un trauma, pone en el film una canción de su propia cosecha que se titula No me ves cuyo videoclip saldrá la próxima semana. Y es que Vellés, que componía y tocaba la guitarra desde los doce años, acaba de lanzar un disco con sus propias canciones que lleva de título Subo Bajo y que presentará el próximo ocho de febrero en la sala Joy Eslava de Madrid y si todo va bien, también lo hará en la sala Luz de Gas de Barcelona. Además, prepara una nueva serie para Netflix, Alta mar, de Bambú producciones con la que ya trabajó en Velvet o Hispania y que promete ser tan potente como las anteriores.
En esta película tienes un papel muy especial, ¿qué ha significado para ti?
Me encanta, cuando leí el guion que habla sobre las emociones, me cautivó. Al final, todo se puede trasladar a cualquier persona. Hay momentos en los que no te apetece sentir porque pasas por un momento duro de tu vida y prefieres mirar hacia otro lado que llorar o entrar en crisis.
¿Te sientes identificada con el personaje? Eres una persona muy sensible.
Sí, el tema de las emociones es el que más me interesa del mundo y para hacer de psicóloga, me tocó estudiar bastante la mente humana y todo este tema me entretuvo mucho. Me gusta mucho la psicología.
¿Se te da bien?
Sí, podría serlo y de hecho se me da muy bien. Sin duda, es una carrera que me hubiera gustado hacer.
Has grabado un disco y nos has sorprendido a todos. Dices que empezaste haciendo conciertos, ¿cuándo fue tu primer concierto?
Fue hace tres años y lo hice en privado, en petit comité, con amigos y familia y gente que yo iba invitando. Yo ya tenía estos temas, algunos son nuevos, pero otros los escribí hace mucho. Así que me fui animando porque vi que a la gente le gustaba. Me animaban ellos a que esas canciones existieran y de manera natural, sentí que las tenía que grabar y eso es lo que he hecho. Tomándome mi tiempo, haciéndolo a mi ritmo, con la gente que yo he querido, que lo he grabado en Barcelona en la Atlántida, un estudio de Poble Nou. Tenía tiempo y un dinero ahorrado y me produje mi disco.
¿Quién te aconsejado además de tus amigos?
Intenté que me aconsejaran artistas, que conozco y a los que tuve acceso como Zahara o Bebe, Jorge Drexler… Al final son profesionales porque mi familia me puede decir que lo que hago es genial, pero también quería tener la visión de alguien profesional.
¿De que tratan tus canciones? ¿En qué te inspiras?
En todo un poco, en la vida en general, en lo que ven mis ojos, en lo que siento, en lo que me hace pensar según el momento, en personajes que he interpretado también.
¿Es cómo una terapia para ti?
Cualquier arte es una terapia. Cualquier película buena que te hace conectar con el protagonista o con lo que pasa lo es. El arte es un poco eso, intentar llenar de colores y de emociones tu vida.
¿Harás una presentación a lo grande?
Iré a la Joy Eslava de Madrid, y va a ser bastante potente. Luego en Barcelona me gustaría ir a Luz de gas.
Hay una canción tuya en el film, ¿Cómo surgió el proyecto?
Al final tienes un repertorio y también haces canciones para películas. Hice otra canción que se llama inevitable para Gerardo Herrero. A veces son temas que ya tengo y otras las escribo para la película.
Los Gaudí son la antesala de los Goya, ¿Te ves nominada?
Todavía está un poco lejos, pero sí suele pasar. Me queden muchas pelis por ver…
¿Te veremos de nuevo en alguna serie?
Empiezo un proyecto ahora en Netflix.
Tiene que ser muy potente…
Claro, Netflix es muy potente. Es un proyecto muy guay con Bambú producciones, trabajé con ellos en Velvet y en Hispania.
