¿Qué tal en “Got Talent”?
Empiezo ya mismo la grabación del programa, pero este verano hemos trabajado Paz Padilla y yo- que somos las nuevas- porque necesitábamos que nos explicasen el funcionamiento del programa. Con Edurne y Risto no hemos coincidido todavía, pero a ella la conozco porque vino a hacer un capítulo de “La que se avecina” y saldrá en la temporada undécima. Y también he coincido con Santi Millán, el presentador, por cuestiones de trabajo; no le conozco mucho, pero me parece un encanto.

Con Paz Padilla sois amigas. Fuiste la única de “La que se avecina” que fue a su boda…
Sí, estoy encantada de que estemos juntas. Nos llevamos muy bien. Compartimos camerino, la tengo en el bajo A de “La que se avecina” como La Chusa y además somos amigas. Pero somos muy distintas. Cuando me llamaron no sabía que iba a estar ella; Paz sustituye a Jorge Javier por los compromisos que él tiene y nos lo vamos a pasar muy bien juntas.

Os vais a compinchar las dos contra Risto y Edurne?
No tengo ninguna idea preconcebida. Me voy a dejar llevar porque esto es nuevo para mí y quiero vivirlo poco a poco.

¿Qué opinión tienes de Risto, siempre tan polémico?
La verdad es que me encanta. Soy muy fan suya. No me da miedo (risas). Igual en algún momento me descoloca, pero a mí me gusta que me sorprendan.

¿Qué es el talento para ti?
Una cualidad innata en la persona, pero que luego tiene que desarrollarse y trabajarla.

¿Harás gala de tu sentido del humor en el programa?
Eso espero. No me gustaría estar seca como una seta (risas). No olvidemos que es un concurso, un programa de entretenimiento y estamos aquí para pasárnoslo bien.

¿Te da miedo que te comparen con Eva Hache?
Somos muy distintas. La admiro muchísimo, me parece una monologuista y una actriz cómica fantástica; venimos de mundos que se pueden intercalar, pero son diferentes. No tenemos nada que ver pero somos tocayas. ¡Y no sólo de nombre!

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¿Has visto ya a los concursantes elegidos para esta nueva temporada de “Got Talent”?
Todavía no. He llegado completamente virgen al programa. A partir de hoy estaré un mes entero en Barcelona; en realidad son 17 días, pero de Barcelona viajaré a Bilbao, porque allí voy a trabajar en el teatro Arriaga, en la obra Ben-Hur. La familia se ha quedado en casa y vendrá a visitarme.

Esta cuarta edición del programa se hace en el teatro Victoria de Barcelona.
Empezamos a trabajar, mañana y tarde, viendo las audiciones de los concursantes. No tengo un género preferido –canto, baile, magia…- Para mí, lo importante es la persona. La gente viene con toda su ilusión a mostrar lo que sabe hacer y me fijo en la energía y la pasión que transmiten. Me da igual su especialidad.

¿Se hacen allí las audiciones o todo el programa?
Se harán las audiciones, pero las finales se harán en Madrid.

¿Vas a ser un jurado duro o compasivo?
Jugamos con material sensible, son personas y mi actitud será de máxima responsabilidad y consideración. Cualquiera que se sube a un escenario me merece respeto. Sin dejar de ser sincera.

No es la primera vez que participas en un concurso. En 2002 fuiste parte del profesorado del programa “Estudio de actores”. ¿Esto es diferente?
Sí, porque en ese programa me dedicaba a hacer el casting de los concursantes por España y era la ayudante de dirección de la parte artística, pero no salía en pantalla.

Hace más de 20 años que llegaste a la vida de los espectadores interpretando a Isabel Segura en “Farmacia de guardia”. ¿Cómo has cambiado y que queda de esa Eva?
Tengo más ilusión que antes porque de jovencita ya tenía bastante con sobrevivir. Ahora soy consciente del privilegio que tengo de poder dedicarme a la interpretación y porque he cumplido mi sueño de ser actriz.

En una entrevista comparabas lo que sentías de jovencita cuando cantabas en el coro del colegio con tu primera experiencia en el escenario a los 15 años, cuando te metiste en un grupo de teatro en Getafe….Dicho así ¡¡¡es lo más parecido a una experiencia religiosa!!!
La llamada, la llamada (risas). Tenía una fe muy potente en el colegio de monjas. ¡Hasta pensé convertirme en religiosa! Y cuando cantaba en el coro tenía la sensación de elevarme, de levitar…Cuando empecé en el teatro tuve la misma sensación, así que decidí cambiar la iglesia por el escenario.

Maite, tu personaje en “La que se avecina” ha evolucionado desde el 2006 que le diste vida por primera vez. Háblame de lo que le depara…
Ha pasado por una depresión al cumplir los 40, por la cárcel, por estafa y robo y ahora es una reconocida escritora que luce ropa cara y tacones. En la décima temporada ella estaba arriba, pero en la siguiente tendrá muchos altibajos, pasará por muchas montañas rusas. Lo bonito de “La que se avecina” es que, en realidad, los personajes que se convierten en ganadores son unos perdedores. Maite, por mucha fama y dinero que tenga, siempre hay algo por lo que se siente infeliz.

¿La Cuqui es una mujer luchadora?
¡Es la mejor! Es muy luchadora, muy echada para adelante y no le tiene miedo a casi nada. Por eso es maravillosa.

¿Y en el amor?
Ella es muy activa sexualmente y emocionada. Siempre está liada, pero no enamorada; no es tan fácil creer en el amor después de cuatro hijos y de haber tenido un marido como Amador.

En Mérida te hemos visto con Agustín Jiménez en Ben-Hur. ¿Has disfrutado?
Mucho. Ha sido un sueño convertido en realidad. Llevaba años y años deseando ir a Mérida y creía que iría con una gran tragedia, como Antígona (espero hacerla alguna vez), pero cuando me llamaron para hacer la novela de Willis Wallace,”Ben-Hur”, versionada por Nancho Novo, me pareció estupendo.

Es una comedia, bastante ácida y reivindicativa…
Hace un crítica feroz del papel anulado de la mujer en la antigua Roma. Las dos mujeres que estamos en la obra (la otra es Elena Lombao) interpretamos varios papeles (yo concretamente hago de madre y hasta de buitre) y reivindicamos que nos den más protagonismo que en la película; allí, la hermana, la madre y la esclava de la que se enamora Ben-Hur, aparecen al principio de la película y no vuelven a aparecer hasta que cogen la lepra (risas).

¿Después de Mérida seguís de gira con la obra?
Sí. Este mes estaremos en el teatro Arriaga de Bilbao, que me hace especial ilusión, luego nos vamos a Córdoba y a Murcia en octubre y llegaremos el año próximo al teatro La Latina de Madrid.

¿Sigues al tiempo con la obra “El cíclope y otras rarezas del amor”?
Me quedan dos bolos en octubre, en Segovia y en Moralzarzal, Madrid. Me da mucha pena terminarla porque ha sido una experiencia fantástica. Además, por fin he hecho un papel dramático.

Esa obra habla de una mujer normal, Marta, casada y con una hija, que pasa por una crisis matrimonial, ¿te ha hecho reflexionar sobre el amor?
Muchísimo. Al empezar los ensayos, cada actor aportaba su particular visión del amor con las experiencias que había vivido, porque la obra habla del amor de pareja, desde una chica naif que se enamora de un señor mayor e idealiza el amor, hasta la madre de familia que interpreto yo, que ve que su familia se está resquebrajando y se agarra con uñas y dientes para salvar su vida y su familia. O una relación de sometimiento que acaba en violencia de género.

¿Qué estamos haciendo mal para que muchas chicas jóvenes crean que el amor significa posesión o control?
No lo sé, pero entre el “reguetón” y los mensajes que recibimos de los medios de comunicación y de la publicidad, tengo la sensación de que estamos retrocediendo todo lo que habíamos avanzado las mujeres en los últimos años. Las de mi generación-independientes y trabajadoras-no podemos entender ese retroceso. Tengo un hijo y le educo en igualdad, pero los mensajes que recibe en redes, en las que todo es consumismo, influye mucho. Aun así yo intento transmitirle que el amor es libertad y crecimiento, no ataduras.

¿Te preocupa por tu hijo la Europa que estamos construyendo respecto a la emigración?
Me preocupa el retroceso ideológico que estamos haciendo en Europa. Cada vez hay más países que votan a partidos de extrema derecha por la política del miedo a todo, que nos están metiendo en la cabeza. No sé cómo se puede gestionar el tema de la emigración, pero sí estoy a favor de echar una mano a quién lo necesite. Lo que está pasando en Ceuta (yo he nacido allí) tiene que regularse porque están desbordados de tanto acoger a emigrantes, pero sin olvidarnos que somos seres humanos. Que nuestras circunstancias son privilegiadas y que podríamos ser nosotros los emigrantes; de hecho hasta hace bien poco lo hemos sido. Me preocupa también lo que está pasando en España con la libertad de expresión: que un rapero esté en la cárcel por escribir unas letras o que mi compañero Willy Toledo esté encausado por unas opiniones y le acusen de herir sentimientos religiosos, es grave para la calidad de la democracia.

Siguiendo con los chicos. ¿Qué opinas del lío del máster de los políticos?
Me parece una coña. ¡Con lo que cuesta a una familia media estudiar en la Juan Carlos I! Construyeron esa universidad en el sur de Madrid, para gente de clase media y obrera y, de repente, los directivos están haciendo mercado negro con los políticos privilegiados. ¡Es tremendo!

Este verano hemos visto fotos tuyas en Tailandia y el verano anterior en la India. ¿Te gusta Asia?
Sí. En la India he repetido. Soy una viajera tardía porque he empezado a viajar mayor e intento hacer dos viajes al año: uno lejano y otro más cerca. Asia me encanta –el próximo viaje que planeo es Japón- porque conecto con su forma de pensar. Si existiera la reencarnación, seguro que en otra vida he tenido alma asiática (risas).

¿Has practicado submarinismo?
En Tailandia sólo pude hacer snorkel, pero me gusta el submarinismo porque debajo del agua encuentro una paz tremenda. Normalmente voy al Mediterráneo, a Almería concretamente, pero también lo he hecho en Cuba y fue espectacular. Hago submarinismo con mi hijo, pero todavía somos muy pardillos, estamos en el primer nivel. Me encanta el mar; mi vida y mis vacaciones están cerca del mar.

Una de tus mayores tentaciones son las culinarias. ¿Eres cocinillas o te gusta comer bien?
He cocinado mucho tiempo por obligación, sobre todo cuando mi hijo era pequeño, pero ahora no cocino nada. Ojo, tengo buena mano.

Y hablando de tentaciones, ¿Qué tipo de hombre te tienta a ti?
Me gusta la gente inteligente y con sentido del humor. Que me hagan reír y que no tenga un pensamiento convergente sino creativo; gente con la mente abierta.