La vida llena de éxitos de un chico de familia humilde que dejó su pueblo para convertirse en cantante, pero en la que también hubo sinsabores, como el asesinato de dos hijos y la batalla por curarse de un cáncer que se lo llevó el 13 de julio de 2015.
Todo eso se condensa en los 18 capítulos de Por siempre Joan Sebastian, novela biográfica sobre uno de los cantautores más importantes de México, que consiguió cinco premios Grammy. “Estoy satisfecha porque hemos contado una maravillosa historia de amor”, declaraba Carla Estrada, la productora, al final de las grabaciones en abril del año pasado.
El proyecto era complicado, pues se trataba de la primera vez que Estrada, responsable de telenovelas como Amor real o Sortilegio, se ponía al frente de una ficción basada en un personaje real y con este formato.
Y para ello eligió a dos de los hijos del protagonista: Julián, que encarnó a su padre en su juventud, y José Manuel, el primogénito, que lo hizo en la edad adulta. Con 21 años, el primero está dando sus primeros pasos como cantante y compositor, el segundo, con 41 años, ya tiene una sólida carrera musical.
“Fue un gran compromiso, doloroso y desgarrador. También me sirvió de catarsis, se me removieron muchos sentimientos y me dio la oportunidad de revivir a mis muertos, abrazarlos, recordarlos y reír de nuevo con ellos. Además, al verme ante el espejo, me impresionó lo bien que me habían caracterizado; parecía mi padre”, reconoció el mayor de los Figueroa.
Julián, que nació de la relación que el artista tuvo con la reconocida cantante y actriz Maribel Guardia, se expresó igual de feliz: “Ha sido el honor más grande de mi vida, he sentido nervios y tristeza porque estaba muy unido a él. Fue un ejemplo de tenacidad pues, a pesar de que recibió fuertes golpes, nunca se dejó derrotar, siempre buscaba motivos para ser feliz. Este es un relato inspirador de un hombre de pueblo y trabajador”.
Los dos estaban agradecidos a la productora. “Carla me dijo que me había dado el papel por mi naturalidad, ya que al no ser actor no tenía ni vicios ni muletillas, y por lo que podía aportar al personaje porque lo conocía bien”, explicó José Manuel. Este aprovechó para alabar a su hermano: “Creo que está más preparado que yo porque tomó clases en la escuela de Televisa. A veces lo llamaba por teléfono para pedirle consejo”.
Casi ruborizado por estas palabras, Julián desvelaba qué le ayudó a preparar el papel: “A mi padre le pregunté muchas veces por detalles de su infancia, su primer amor… Al final ser tan curioso me ha servido de mucho”.
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