La actriz triunfa en su Colombia natal con Me ericé, espectáculo que estrenó el 13 de octubre, donde repasa sus 45 años de carrera y que lleva
por título una expresión que popularizó como jueza en el concurso musical Yo me llamo.

¿Cómo surgió la idea?

César Betancur, el autor y un gran amigo, y mi hermana Patricia querían que hablara de lo que me ha sucedido y me pareció interesante. La obra incluye canciones creadas para mí, igual que el vestuario, que es maravilloso. Refleja mi esencia, por eso lleva de subtítulo En cuerpo y alma.

¿Ha sido difícil darle forma?

Sí, porque abarca aspectos como el acoso que sufro en las redes sociales, donde me critican por todo. Pero yo me río de mi misma y así soy más feliz.

¿Cómo lo consigues?

Tengo un humor muy picante y no lo sabía. Lo he descubierto gracias a los directores del montaje y le he sacado partido. Hay situaciones que en su momento me hicieron daño y que ahora me dan risa.

¿Qué piensas de la etiqueta de diva que te acompaña desde hace años?

Es un honor llevarla porque implica no solo vestirte de gala y brillar, sino estar vigente, reinventarte y hacer cosas como esta con las que el público siga sorprendiéndose. Trabajar es lo único que he hecho en mi vida.

¿Y el amor?

Mi carrera es mi gran amor. Eso no quiere decir que viva sin el cariño de la gente porque he dedicado mucho tiempo a mi madre, que falleció justo cuando presentamos la obra. Ella nos educó para que fuéramos siempre con la frente bien alta.

La fama implica sacrificios que en ocasiones hacen daño…

Lo único que me duele a veces es el cuerpo del cansancio, el estrés, la falta de horas de sueño… pero, incluso, eso es delicioso.