Bárbara Mori: "En España me siento como en casa"
La inolvidable Rubí asegura que estaría dispuesta a instalarse una temporada en nuestro país si le ofrecieran "un buen proyecto".
Aunque Bárbara Mori no tiene intención de volver a las telenovelas, tampoco olvida cuánto significó Rubí para ella, pues "le abrió las puertas del mundo". En España aún se la quiere ya caba de presentar Operación Concha, donde interpreta a una chica que queire ser estrella de cine a toda costa.
Sorprende verte de rubia, ¿ha sido por exigencias del guión?
Al revés. Cuando me propuesieron la película me había teñido y fui yo quien le planteé al director, Antonio Cuadri, que Nekane fuera rubia; a él le pareció muy bien. Estoy un poco loca y me encanta cambiar de imagen.
¿Qué te animó a aceptar participar en Operación Concha?
Fueron varias cosas: el guión es muy divertido y además tenía la posibilidad de trabjar de nuevo con Jordi Mollá, con quien también había coincidido en Trintona, soltera y fantástica en México.
Te atreves incluso a cantar el tema Loving you is easy.
Sí y eso también lo propuse yo. Desde que en 2001 hice el musical Vaselina no he explotado esa faceta así que era un buen momento para retomarla.
Rodasteis parte del filme en San Sebastián. ¿Te gustó?
Muchísimo. Es una ciudad hermosísima, la gentes es muy acogedora y se come delicioso. Precisamente acabamos de prsentarla en el Festival de Cine de San Sebastián y hemos tenido una gran acogida allí.
¿Volverías a rodar en España?
Sí, aquí me siento como en casa. No me importaría incluso instalarme una temporada si me saliera un buen proyecto. Hace tiempo me llamaron para participar en dos series pero me coincidían con otros trabajos y no pude aceptar.
En nuestro país aún te recuerdan por la telenovela Rubí.
Sí, aquella producción supueso un cambio en mi carrera y empezaron a conocerme en todo el mundo gracias a ese papel. Todavía hay personas que me escriben porque se acuerdan de ella.
¿A ti te marcó ese personaje?
Fue muy gratificante. Siempre es interesante ser la villana que ser la buena de la historia.
¿Qué motivos te llevaron a abandonar el género?
Con Rubí estuve un año encerrada en un plató y cuando llegaba a casa mi hijo ya estaba dormido. Fue ahí cuando me di cuenta de que no quería seguir así y entonces opté por hacer series de trece capítulos máximo. Además, sentía que había cubierto una etapa y me veía estancada como actriz. Tenía que cambiar.
¿Echas de menos la televisión?
No porque no me gustan los contenidos que hay ahora. El problema es que la mayoría de los guiones que me ofrecen son sobre historias de narcos y me niego a convertir a estas personas en héroes.
¿Cómo sienta ser abuela a los 39 años?
Muy bien. Mila es una niña preciosa. Desde que nació hace diez meses nos ha llenado a todos de felicidad.
Hace unos años sufriste una crisis personal. ¿Está superada?
Sí, pasé por una etapa en la que cuestionaba el egoísmo del ser humano y tuve que hacer un ejercicio de recuperación. En febrero cumplo los 40, pero sé que no se va a repetir porque estoy contenta: mi familia tiene salud y estoy haciendo lo que me gusta.
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