Hacía tres años que Ana Brenda no participaba en una telenovela y ahora nos sorprende en la piel de una abogada que se debate entre dos hombres: su socio en el bufete, Ricardo Bustamante (David Zepeda), y su marido, también letrado, Carlos Ibarra (Julián Gil). Tras superar la muerte de su padre, Efrén Contreras, hace seis meses, está cada día más centrada en su relación sentimental con Iván Sánchez, a quien conoció en Lo imperdonable. Además, asegura que quiere seguir creciendo en su carrera.
¿Cómo está resultando tu experiencia en Por amar sin ley?
La historia es increíble y la estoy disfrutando muchísimo. El ritmo es más ágil de lo habitual, pues al ser un súper drama, como lo califican ahora, los capítulos son más cortos y tratan situaciones de la vida real, con temas fuertes y términos legales que tenemos que conocer bien para saber de qué hablamos.
Define a tu personaje.
Doy vida a una abogada, Alejandra Ponce, una mujer muy madura pese a su juventud. Así me encuentro yo actualmente en mi vida y eso me anima a ntentar cosas nuevas y experimentar.
¿Este papel es más duro de lo que estabas acostumbrada?
Se puede decir que sí y eso me gusta porque me ayuda a salir de mi zona de confort. Me exige el triple de concentración.
¿Te interesa el Derecho?
La verdad es que no me habría disgustado estudiar esa carrera.
¿Qué diferencias encuentras entre esta producción y otras?
Tiene algunas cosas que no se habían visto antes en la televisión. A parte del tono, que la aleja del melodrama convencional, uno de sus atractivos es que algunos protagonistas solo intervendrán de manera puntual para resolver su caso legal.
¿Tienes algo en mente para hacer después de esta producción?
Este año vienen muchos proyectos. Regresaré seguramente al teatro y también voy a dirigir un corto de Google basado en una historia original de un director español. Además, quiero seguir con la labor social que comencé el año pasado a raíz del terremoto en mi país ayudando a las víctimas en lo que se podía.
¿Qué te queda por hacer?
Aún tengo que crecer mucho en mi carrera y quiero probar cosas diferentes. Con 31 años, soy una actriz joven con mucho por lograr y sobre todo por aprender.
¿Dejarías las telenovelas?
No soy tajante ni drástica y nunca digo de esta agua no beberé.
Iván está ahora en España, ¿cómo llevas estar tanto tiempo sin él?
Es duro estar lejos de él porque a uno siempre le gusta estar cerca de las personas que quiere. Pero estoy acostumbrada a vivir así: dejé a mi familia y amigos con 15 años para irme a la capital. He estado siempre lejos de ellos.
¿Suele acompañarte en tus compromisos de trabajo?
Cuando tiene tiempo, sí, pero ahora está con su obra de teatro en España y no puede. Yo también viajo para allá en cuanto me es posible. Estamos muy bien los dos porque comprendemos y respetamos lo que hacemos.
¿Te gustaría trabajar aquí?
Me encantaría, sería genial. Siempre se te ve contenta… Intento tener buena actitud. Si te gusta lo que haces, eres feliz.
Sigues causando furor con tus fotos sensuales en Instagram…
No me considero sexy y no creo que sean unas fotos tan atrevidas como para hacer hablar.
¿Crees que las redes pueden ser un arma de doble filo?
Simplemente son una manera de comunicarse con gente de todo el mundo, pero no definen quién eres. Si se utilizan bien, pueden ser muy positivas.
¿Posarías con poca ropa?
Quizá, nunca lo he pensado.
Trabajas al lado de Julián Gil y Geraldine Bazán. ¿Cómo los ves tras sus separaciones?
Julián es uno de mis mejores amigos y tanto él como ella son grandes actores y seres humanos. Pero no voy a hablar de asuntos que no me conciernen.
