Nació rodeada de notas musicales porque su madre era cantante y su padre percusionista y desde niña su potente voz llamó la atención. Todo ello la introdujo en el mundo de la actuación, sin embargo, no creía que su vida tomaría ese rumbo. “Lo veía como un complemento a mi carrera de abogada, pero al final seguí el legado familiar pese a la firme oposición de mi madre”, asegura. A sus 23 años, aspira a llegar muy alto: “Me gustaría ser primera actriz y ganar un Oscar y un Grammy”.
Te enfrentas a un gran desafío en El Señor de los Cielos…
Sí, me ha tocado el mejor papel que podía pedir, opuesto a lo que he hecho antes. Además, tenía muchas ganas de estar en esta producción, que combina una historia real con buenos actores.
¿Qué tal está siendo el rodaje?
Estoy viviendo escenas violentas que me encantan como actriz. Me divierte grabarlas, porque exigen una fuerte preparación y te dan adrenalina, aunque en la vida real no soy nada agresiva.
¿Qué estás aprendiendo?
A conocer las interioridades de los narcotraficantes y la corrupción de los gobiernos, a manejar armas y a sentir la energía de una mujer que es capaz de enfrentarse a situaciones emponderables.
¿Crees que con estas narcoseries se ensalza a los delincuentes?
No, al contrario, se enseña de forma amena el daño que el tráfico de drogas hace a la humanidad. Están al alcance de cualquiera y vemos cómo se venden; está en nuestro día a día aunque queramos ignorarlo. Estas series ayudan también a prestar más atención a la educación de los hijos y a estar alerta, pues tu vecino puede ser un traficante.
¿Has conocido a alguien que haya caído en ese mundo?
Afortunadamente, no. Y si tuviera algún amigo en las drogas, intentaría que recibiera ayuda profesional y saliera de ese entorno turbio que destruye vidas.
Esta serie es como un trampolín…
Ofrece una buena exposición y lo veo cada día en mis redes sociales. El reconocimiento de mi trabajo y el apoyo de mis fans es la gasolina que me mueve.
¿Da vértigo ascender tan rápido?
Trato de enfocarme en el trabajo y mientras tenga los pies en la tierra todo irá bien. Esta es una carrera de altibajos y lo más difícil es mantenerse.
La música forma parte de tu vida. ¿Te atrae más que actuar?
No puedo respirar sin ninguna de las dos y tengo la suerte de poder dedicarme a ellas simultáneamente. Siempre que puedo las combino. Por ejemplo, cuando protagonicé Grachi, aporté canciones compuestas y cantadas por mí en cada temporada.
¿También en Tierra de Reyes?
Estuve a punto, pero al final la producción no llegó a un acuerdo con mi discográfica. Recuerdo mi paso por esa telenovela con mucho cariño. Además de una de mis mejores experiencias, supuso un reto dar vida a un doble personaje y lo disfruté mucho.
¿Qué proyectos tienes ahora?
Estoy terminando de grabar El Señor de los Cielos y pronto saldrá al aire El Recluso, una teleserie de trece capítulos, con calidad de cine y un gran elenco. Y en octubre comienzo a grabar en Miami la novela musical Club 57.
Eres cubana, ¿desde cuándo vives en Estados Unidos?
Mis padres emigraron cuando yo tenía 4 años. Los que nos hemos criado en Miami somos transculturales, de ningún sitio y de todos a la vez, porque ahí convergen muchas culturas. Pero no rechazo en absoluto mis raíces, están conmigo siempre y tengo muchas ganas de regresar pues solo he estado una vez en Cuba, al morir mi abuelo.
¿Cómo es tu vida?
Tranquila y familiar. Vivo con mis padres y tengo una hermana mayor y dos sobrinos preciosos. Me gusta leer, viajar, bailar, la naturaleza y los animales tanto como las personas. Creo en el amor y en el trabajo duro y tengo mis inseguridades y sueños como cualquier chica.
¿Cómo te gustaría que fuese tu vida en el futuro?
Me veo viajando por el mundo, viviendo en el campo… pero sobre todo quiero ser feliz y que se me recuerde como un gran ser humano, que es lo más difícil.
