A l otro lado del teléfono, Luis Hacha nos responde feliz por la oportunidad que le ha llevado de nuevo al país azteca. “Estoy encantado de volver a ser ese hombre que toda mujer quisiera tener como hijo o marido”, confiesa, aunque no niega que quiere seguir evolucionando para encarnar en un futuro a un mexicano o convertirse en un villano. Lo que tiene claro es que le ha llegado el momento de ser selectivo con los proyectos y aspirar a papeles protagonistas.
Has tardado mucho en volver a ese país que tanto te gusta.
Tenía muchas ganas, pero rechacé una propuesta en aquel momento porque me coincidía con la película de Bigas Luna, DiDi Hollywood. Después de varios años intentándolo, no ha sido hasta ahora que Televisa ha aceptado al productor Carlos Moreno un proyecto donde había un español. Según me dijo, yo fui la primera opción.
Tu personaje en Y mañana… es parecido al anterior.
Sí, y no es casualidad que también se llame Iñaki, igual que el primero en Piel de otoño. Carlos quería hacer un guiño al espectador. Después de En nombre del amor no he dejado de recibir mensajes preguntándome cuándo volvía y eso me llena de orgullo y agradecimiento.
¿Te has reencontrado con tus compañeros de aquella novela?
Vi a Sebastián Zurita en Cancún, durante los Premios Platino. Fue muy bonito poder abrazarlo y ponernos al día. Con Allisson Lozz, a quien adoro, solo he podido hablar por teléfono. Ella vive fuera de la ciudad, se retiró de la profesión, se casó muy joven y tiene dos hijos.
Y ahora, ¿qué tal la experiencia con Angélica Vale?
Es una actriz muy completa y he aprendido mucho de ella. La novela ha supuesto su regreso después de 11 años y eso ha dado más relevancia a la producción. Han sido dos meses de grabaciones.
¿Qué planes tienes ahora?
Estoy abierto a cualquier otra propuesta aquí. He alquilado una casa y tengo representante, así que estoy decidido a seguir, aunque de momento la idea es estar yendo y viniendo, en función de dónde haya proyectos. Me siento muy integrado en la vida mexicana.
¿Qué has dejado en España?
Lo que más echo de menos es a mi familia, mis amigos y también la ciudad, tomarme algo en una terraza... Pero afortunadamente mi novia, que vive allí, ha venido todos los meses a verme, así que eso ha sido una inyección de fuerza para mí.
Hay que aprovechar antes de tener responsabilidades, ¿no?
Sí, ya habrá tiempo para echar raíces. Cuando uno tiene hijos, ya no es tan fácil moverse.
¿Qué trabajos has hecho en estos últimos años?
Dos películas, varias series y algo de teatro, en España. También he montado con una amiga una agencia de comunicación relacionada con el medio.
¿Has sentido rechazo por participar en telenovelas?
Ahora es al contrario. Cuando vine por primera vez, en España se veía raro porque nadie pensaba en trabajar en otros países. Ahora se ha normalizado, quizás por nuestros años difíciles, los actores ya salen. Aunque la situación está mejor, las producciones siguen teniendo el elenco casi cerrado, mientras en México hay más oportunidades. A veces despierto envidia sana por estos papeles de peso que he hecho.
¿Ya solo aceptas personajes con cierta relevancia?
Cuando tienes un estatus, esperas que tus trabajos vayan en la misma línea. No hace falta que sea el protagonista, pero sí al menos uno de los principales.
¿Te gustaría hacer de mexicano?
Sería un gran reto para mí y soy capaz de neutralizar el acento. De momento me han llegado propuestas para españoles, que es algo exótico aquí. Pero un protagonista tiene que ser alguien del país.
¿Quieres seguir de galán?
Estoy encantado con esos papeles, aunque no me importaría dar vida a un villano.