Ludwika Paleta: “Mi vida privada es sagrada”

Son muchos los títulos que aparecen en el currículum de Ludwika Paleta: Amigas y rivales, Mujer de madera, Abismo de pasión y, el último, La querida del Centauro. Sin embargo, esta guapa actriz de origen polaco afincada en México desde hace años, ha decidido apartarse un tiempo de las telenovelas para dedicar más tiempo a su familia.

Tras la maternidad, vuelves al teatro. ¿Es lo que te apetecía?

Nada más leer Los hijos también lloran, una novela autobiográfica del actor Andrés Zuno (La doble vida de Estela Carrillo), me entraron ganas de representarla. Trata de un niño que se cuestiona la muerte de su padre. Yo interpreto a Lupita, su mamá. Después de conocerla, puedo decir que es una gran mujer. Además, coincidimos en que ambas fuimos madres muy jovencitas. En eso me identifico con ella.

¿Es lo que te apetecía?

Nada más leer Los hijos también lloran, una novela autobiográfica del actor Andrés Zuno (La doble vida de Estela Carrillo), me entraron ganas de representarla. Trata de un niño que se cuestiona la muerte de su padre. Yo interpreto a Lupita, su mamá. Después de conocerla, puedo decir que es una gran mujer. Además, coincidimos en que ambas fuimos madres muy jovencitas. En eso me identifico con ella.

¿Conocías a tu compañero?

Sí. Y lo más importante es que Andrés y yo tenemos una buena relación, tanto en el escenario como fuera de él.

Ahora eres mamá de mellizos. Habrá cambiado tu día a día…

Mucho, pero también te digo que los pequeños han venido en el mejor momento. Ahora mismo tengo una vida asentada y cierta madurez para saber lo que hago. Por eso, estoy disfrutando de la maternidad de otra manera, más reposada, y eso es en parte gracias a la experiencia. Estoy muy feliz.

¿Es muy diferente tener un hijo con 21 años que con casi 40?

Sí, aunque actualmente la edad biológica no condiciona tanto la maternidad y se decide cuándo quieres vivir esta experiencia.

¿Qué sueñas para el futuro de Carlos Sebastián y Bárbara?

Ahora mismo deseo que tengan la oportunidad de abrirse camino por ellos mismos y no por ser hijos de… Que crezcan tranquilos y que en la calle no los reconozcan por su apellido.

¿Tienes miedo a que la cara de tus bebés salga en prensa?

Tengo claro que quiero mantenerlos fuera del ojo público. En lo que se refiere al trabajo, siempre he sido muy abierta con los periodistas y contesto a todas sus preguntas sin problemas. Sin embargo, mi vida privada es sagrada y debo poner límites. Las puertas de mi casa están cerradas para eso, me niego a compartir ciertos temas del ámbito familiar, ni en la prensa ni en Internet. Es una decisión muy personal y, por supuesto, respeto a quien no lo hace así.

Por ejemplo, tu primogénito, Nicolás, tiene abiertas sus redes.

Yo me oponía, pero tenía que ser coherente. Siempre le dije que cuando cumpliese la mayoría de edad podría tomar su propia decisión y así lo ha hecho.

¿Cómo es tu marido, Emiliano Salinas, en el papel de padre?

¿Qué voy a decir yo? Para mí es el mejor del mundo. Estoy convencida de que tomé la decisión correcta al  elegirle a él. Está muy pendiente de los niños y, a la vez, es atento y cariñoso conmigo.

En poco tiempo has recuperado la figura. ¿Te ha costado mucho?

Tampoco subí mucho de peso, además, siempre he cuidado mi alimentación. Es algo que me parece importante y con lo que me siento mejor.

¿Tienes otros proyectos?

Ahora mismo prefiero centrarme en la obra de teatro y no aceptar otros trabajos, a no ser que se trate de pequeños papeles o una colaboración en alguna telenovela. Aun así, estos meses he participado en la serie Run Coyote Run, dirigida por Gustavo Loza, y en la película El Tíguere Rubirosa, con Manolo Cardona (Sin tetas no hay paraíso). De momento, deseo tener tiempo para estar con mis hijos.