Dieciséis años lleva la obra La Dama de Negro sobre los escenarios y Ernesto D‘Alessio al frente de ella. En estos años, el mexicano ha alcanzado 6500 funciones poniéndose en la piel de Arthur Kipps, atormentado por una experiencia de juventud.

Los terribles eventos que le han sucedido deben ser contados ante un público conformado por familiares y amigos, por lo que decide escribir su historia y buscar la ayuda de John Morris, un escéptico director de escena para que lo oriente a interpretar adecuadamente su texto. Para esto se citan en un viejo teatro.

Cada fin de semana, Ernesto entre en esta lógica de thriller para poder llevar a los miles de espectadores al terror que vive este personaje a través de una serie de acontecimientos.

Según la propia dirección de la obra, la historia va provocando risas nerviosas que culminan en gritos de franco terror y pavor al final de la historia logrando que cada persona se paralice de miedo en su butaca ante todos los fenómenos inexplicables que está presenciando.

Una indescriptible sensación que explica el éxito de la obra y su mantenimiento en cartelera por tanto tiempo.