Fue el apuesto zíngaro de Corazón salvaje, encarnó a villanos como Alan en Hasta el fin del mundo y triunfó con la película más taquillera de México, Nosotros los nobles. Pero Carlos Gascón decidió dar un giro a su vida e ingresó en la Unidad de Identidad de Género de Madrid para iniciar sus primeros pasos hacia un cambio de sexo. La ahora actriz afronta su nueva etapa consciente de las dificultades que le esperan a nivel profesional, sin arrepentirse lo más mínimo de su trayectoria hasta el momento.
¡Qué cambio y vaya sorpresa!
Es un poco impactante también para mí. Sabía que se iba a montar revuelo, pero no tanto.
¿Cuándo decidiste dar este paso?
Sé que soy mujer desde los 4 años, pero antes no había las facilidades de ahora. Un día me di cuenta de que ya había disfrutado de todo y trabajado y triunfado como me había dado la gana; había escrito un libro, tenía una hija, había plantado árboles… Así que era repetir o poner todo en orden y hacer lo que debía.
¿Ha sido difícil aguantar todo este tiempo sintiéndote mujer?
Siempre lo he sido, aunque estuviese en el cuerpo de un hombre. La clave ha sido manejar mi interior con mi exterior, lo que me ha permitido ser feliz con mi cuerpo de chico, no como otra gente que no lo puede soportar. A veces necesitaba exteriorizar más mi parte femenina y entonces salía a la calle con vestido o me maquillaba.
¿Cómo te enfrentabas a papeles que eran muy varoniles?
Siempre he sido una buena actriz y nunca tuve gestos amanerados. Además, me encanta actuar, por eso he disfrutado con todos mis personajes. Me gustaban los piropos y que ellas me vieran atractivo; he gozado también con mi cuerpo de Carlos. Me gustan tanto las mujeres ¡que fíjate hasta dónde he llegado!, la única diferencia es que en una etapa de mi vida he sido hombre y ahora voy a ser mujer.
¿Qué va a pasar con tu carrera?
Espero seguir actuando como siempre. He tomado una decisión difícil y sé que ahora será más complicado todo, pero es lo que tenía que hacer. Tuve mucho éxito en el pasado y, mientras estaba en mi tratamiento hormonal, recibí algunas ofertas. Si aceptaba era volver para atrás, ser Carlos otra vez, y preferí seguir adelante.
¿Ya te has presentado como Karla entre los productores?
En la Unión de Actores de Madrid ya voy a salir en la sección de actrices. Y en México todos conocen mi nueva identidad. Ojalá me salga trabajo porque esta profesión es mi vida. Si no, canalizaré mi creatividad escribiendo, diseñando o pintando. Y actuaré para mi hija (risas).
¿Sientes que estás cambiando algo en la sociedad?
No era mi intención pero es así. La gente me pide consejo, aunque también los hay que me insultan por las redes sociales. Yo soy simplemente un granito de arena y si esto sirve para acabar con el machismo y los prejuicios, me siento muy orgullosa.
¿Eres una rebelde?
Siempre lo he sido, con la gente, en el trabajo… Nunca me he callado y me ha hecho sufrir ver que algunos se apartaban de mí por eso.
¿Quién te ha apoyado más en este proceso?
Me lo he comido yo sola, pero sobre todo mi hija me ha dado fuerzas y mi familia también. La mayor decepción me la llevé con la que era mi pareja, que decía que siempre estaría a mi lado, hasta que llegó el día. No pudo soportar la presión de la sociedad.
¿Te quedarás a vivir en México?
Quiero estar cerca de mi mujer y mi hija, que viven en España, pero en México está mi vida y el trabajo, así que viviré aquí y allá.
¿Te reconciliaste con tu esposa?
Seguimos casadas y ella me ha apoyado en todo. Es la mujer de mi vida y es imposible pensar que hay algo mejor que estar las tres juntas. Mi hija está feliz.
¿Vas a operarte?
Cumplo los dos años de hormonación en marzo y entonces hablaré con los cirujanos y lo decidiré, pero es algo que no va a hacerme más mujer.
