De mayordomo a detective

Decidida a empezar una nueva vida, Teresa demanda a Cayetana por usurpación de identidad y va a ver a Tirso.

En su visita le promete que en unos días saldrá del internado y volverán a estar juntos. No es la única que va a ver al pequeño.

Cayetana se preocupa por él y comparten un rato juntos…

Por su parte, Mauro sabe por Soler que la señora ha ordenado su muerte y planea hundirla de una vez.

Mientras que Susana sigue empeñada en desvelar a todo el mundo la identidad de Simón, Rosina consigue permiso para entrar en la casa de Valverde pero no encuentra rastro de Elvira.

Para ese entonces, la joven permanece recluida en un convento, donde congenia con Adela.

Pablo descubre la traición de su esposa con Melero y es incapaz de perdonarla.

Poco después, Rosina y Liberto ven las fotos de la chica en Fernando Poo y esta se ve obligada a aceptar que mantuvo una relación con Mario para no sufrir la vida de esclava. Séler busca una solución sin saber que el empresario ya ha hecho una propuesta a la Hidalgo: “Regresa conmigo a África”.

Más unidos que nunca y convencidos de que Cayetana caerá, Teresa y Mauro hacen planes para cuando el pequeño esté con ellos.

Sin embargo, el niño se pone muy enfermo repentinamente y los peores presagios de los médicos se cumplen.

El pequeño fallece y Sotelo-Ruz se ofrece a organizar y pagar su funeral.

Los vecinos se rebelan al saber que Arturo ha enclaustrado a la hija de Valverde, pero no pueden hacer nada ya que la ley lo ampara.

Pero Simón no se rinde y peina los conventos de la zona. Además, cuenta a Leandro que el coronel mató a Mercedes y a Eusebio, su amante. “Voy a demostrarlo”, asevera tajante.

Hidalgo se siente rechazada por su familia y acepta volver a África, pero Rosina y Liberto se enteran e intentan persuadirla. Cerca de allí, Habiba justifica ante Pablo la actitud de Leonor y el joven decide partir para evitar que vaya a Fernando Poo.

Finalmente, Simón convence a Remedios para que testifique contra el coronel Valverde por el asesinato de Eusebio y aprovecha para amenazar a su rival con desvelar todas sus intimidades si no deja en libertad a Elvira.

La señora está a punto de ceder a las condiciones de Soler y entregarle una declaración con su implicación en el futuro asesinato de Teresa y Mauro.

Sin embargo, en el último momento se arrepiente de todo el mal que está causando y cancela su encargo para furia de San Emeterio.

Horas después, la señora tiene un encontronazo con la maestra cuando se cruzan por la calle y esta promete vengarse.