Simón juega mal sus cartas

El joven logra que Rosina y Ramón le den un voto de confianza para representarlos en una reunión del yacimiento, pero durante las tertulias se siente fuera de lugar.

A su regreso a casa, el joven duda de que pueda cumplir con éxito su cometido y pide a Antoñito que lo instruya en oratoria. Hidalgo también le entrega material para que se prepare.

La señora se presenta en la pensión de Mauro y no tarda en darse cuenta de que ha caído en su engaño. “Vas a pagar por todos tus crímenes”, dice San Emeterio apuntándola con un pistola. Con serenidad, la señora pide que escuche su confesión e inicia un forcejeo para desarmarlo.

Conocedora de los planes de Mauro y Felipe, había advertido en varias ocasiones del peligro del plan, sin que ninguno de los dos la escuchara.

Por eso, advierte a Sierra del plan del policía, con éxito, y esta corre hasta allí para evitar una desgracia. Pero para cuando llega, oye un disparo y ve que Mauro ha resultado herido.

Cayetana se dispone a huir justo cuando aparecen Méndez y Felipe y se lo impiden, aunque finalmente no tienen más remedio que permitirlo ya que el inspector la exculpa antes de ser trasladado al hospital.

Lolita acaba la tarta cabrahiguense que le encargó Trini para Ramón y en un descuido Servando se la lleva al altillo.

Casilda, que echa de menos a Martín, se consuela ingiriendo el dulce y de inmediato sufre sus efectos afrodisiacos.

Pero no es la única en caer en la tentación, Antoñito tiene un sueño subido de tono con la criada de la familia.

A oídos de Teresa llega que la Valenciana está cuidando de una misteriosa mujer y se propone averiguar más.

Poco después, el policía sale del hospital y se reconcilia con la maestra que tiene buenas noticias: “Sé cómo encontrar a Úrsula”. Para entonces, Dicenta ya ha recuperado la memoria.

Simón pretende chantajear a Arturo, pero este lo deja en evidencia delante de todos.

Aun así, no se da por vencido y se presenta ante el coronel para advertirle que ha hablado con Remedios y la ha convencido de que cuente toda la verdad ante los vecinos.

Horas más tarde, Gayarre reúne a los vecinos en casa de Susana, pero la bailaora no aparece y vuelve a quedar en ridículo.

Las reacciones no se hacen esperar y mientras que las señoras con Séler a la cabeza creen que ha enloquecido...

... Víctor lo ayuda a encontrar respuestas y hallan el cadáver de la mujer.

Por eso, trata de seguir todos sus pasos y al saber que Teresa ha consultado a una curandera, la presiona para saber el motivo.

Para colmo de males, la señora descubre que Sara le robó una joya.

Ajenos a esto, el policía y Sierra atienden a Úrsula, que detalla las torturas a las que la sometió Sotelo-Ruz. “Mi único objetivo es destruirla y sé como hacerlo”, dice.