Ya no ocultan su amor

De regresao a casa, la hija de Dicenta relata lo sucedido a Samuel, que decide comenzar a buscar a la chica por todo el barrio.

Diego, por su parte, siente celos al ver cómo el matrimonio está cada vez más unido.

Elvira excusa a Simón por no acudir a su cita y le sugiere verse más tarde, pero el mayordomo vuelve a fallar.

Adela está feliz con el cambio de su esposo y se lo comenta a Susana.

Olga hace llegar una nota a su hermana pidiéndole que se reúnan esa misma noche. “He llegado a Acacias para vengarme de Úrsula. Me abandonó de manera cruel siendo una niña en el Bosque de las Damas”, sentencia la joven.

Blanca desconfía de ella, pero pide a Diego que le dé cobijo en la mansión Alday.

Para anunciar que están esperando un hijo, Rosina y Liberto celebran un ágape. No obstante, Susana duda del estado de buena esperanza de su amiga pues sigue teniendo la misma cintura.

Ramón recibe una oferta para expandir su negocio por Europa, y aunque la persona idónea para hacerlo es Antoñito, se opone: “Prefiero que siga de camarero”, dice.

María Luisa no tarda en enterarse de la noticia y trata en ano de convencer a su hermano para que asuma el rol de comercial a espaldas de Palacios.

En la mansión Alday, Olga se acerca a Blanca y le cuenta su infancia al lado de Tomás, un ermitaño despreciable de la zona.

Sin embargo, Úrsula se muestra llena de dudas y no sabe en quién confiar.

Por si fuera poco, comienza a sentir cierto malestar y sufre un mareo. Leonor la visita e insinua que puede estar embarazada.

Tras conocer su idilio clandestino con Simón, Arturo humilla a Elvira. Aún así, la joven se muestra indiferente y solo piensa en la manera de hacer sufrir a Gayarre por sus desplantes.

María Luisa habla con Lolita para que deje a su hermano una vez más, lo que provoca el enfado de la criada que responde de forma inesperada.

Cansada de esconderse, la criada sale a la calle y proclama su amor por Antoñito. La pareja se besa con pasión delante de todos los vecinos sin pensar en el qué dirán.

Llega el día de la exposición de las joyas en homenaje a Jaime Alday y resulta todo un éxito al acudir destacados miembros de la alta sociedad.

Por desgracia, Diego ensombrece el acto al ser incapaz de controlar su odio hacia Úrsula y ni Blanca logra calmarlo. Pero no será el único sobresalto, ya que se anuncia que alguien ha robado la tiara real...