La extraña pareja

Flora se recupera de su desmayo en la chocolatería y confiesa, no sin dudas, que se encontró con el auténtico Cervera. “Deberías retrasar tu viaje hasta que averigüe la verdadera identidad del hombre de la otra noche”, dice a Íñigo.

El joven, asustado y sorprendido, se lo cuenta a Leonor. Tras poner varias excusas delante de todos para posponer su viaje, al final deciden retomar sus planes.

Para su desgracia, Paquito descubre a la chocolatera haciendo negocios de contrabando. Tras hablar con él, la mujer consigue que no la denuncie, ya que el sereno sufre asma y necesita los cigarrillos electrónicos que ella le puede suministrar.

Arturo anuncia a los vecinos su relación con Silvia y Susana hace al fin las paces con él. La espía confiesa que fue ella quien publicó la noticia en la prensa para poder quedarse junto al coronel, cuyo pensamiento inmediato es casarse con ella. Para ello, organiza una merienda en La Deliciosa y, en presencia de todos, le pide la mano.

Sin embargo, un misterioso joven, de nombre Esteban, aparece de repente y pide ayuda de la pareja, a lo que el militar se niega porque tiene celos. Silvia, que no lo entiende, se enfada con él.

En medio del descampado, Blanca se pone de parto, sin ayuda, el proceso no va bien.

La joven se da cuenta de que su bebé ha nacido muerto. Desesperada, intenta recoger las cosas de su carrueaje asaltado.

Una campesina, al oír su llanto, acude a ver qué la ocurre y la consuela hasta que la joven pierde el conocimiento.

La mujer la lleva a su casa para cuidarla mientras que se recompone del mal momento. Una vez superado, regresa a Acacias donde promete vengarse.

Cuando llega, acusa a Úrsula, que acaba de regresar al barrio, de instigadora de su asalto en el camino y la amenaza. Gracias a la intervención de Samuel, madre e hija no llegan a las manos.

Tras visitar a su hermano en el hospital, Alday le promete que cuidará de Blanca, a quien cree desesperada y perdida.

La mujer se despierta con el llanto de un bebé en su cabeza y, después de visitar a su amado en la clínica, le confiesa sus sospechas: “Creo que mi madre está detrás de la desaparición de nuestra hija’”.

La joven da sepultura a su bebé recién nacido, momento en el que se derrumba delante de todos sus amigos.

Los vecinos se enteran de que Casilda ha recordado por fin a Martín y Jacinto vuelve al barrio para apoyar a su prima.

En el altillo se organiza un animada velada musical para animar a la criada orquestada por él.