Una noche reveladora

Telmo ve a Jimeno Batán y Samuel conversando y se pregunta qué estarán tramando. Más tarde, el sacerdote intenta advertir a Lucía, pero la joven, que se siente muy cerca del joyero, lo ignora y se marcha a Toledo con él.

En la ciudad, Nicasio, el contacto de Alday, les enseña su colección privada de arte, pero el retablo de San Miguel no aparece. Sin embargo, Lucía está feliz por las obras que ha descubierto.

A varios kilómetros de allí, Telmo sufre al saber que su amada está con Samuel y Úrsula busca la manera de consolarlo: “No se preocupe, padre. Lucía es una joven sensata”. Por desgracia para él, el carruaje en el que ambos viajan se estreopea de vuelta al barrio y tienen que quedarse en casa de Nicasio.

Ante esta inesperada situación, la pareja vive un momento de intimidad y abren sus corazones. Lucía intenta besar a Samuel, pero él la rechaza. A su regreso a Acacias, todo hace indicar que ambos han consolidado su amor.

De hecho, Alday convoca a los vecinos a un ágape para pedir la mano de la joven, aunque, en plena celebración, Celia se desmaya y la respuesta de Lucía queda en el aire. “Es posible que se haya contagiado de la epidemia de El Hoyo”, les dice el doctor Quiles tras reconocerla.

Flora, muy triste, decide hacer la última foto y renunciar al negocio que montó con Servando.

El hombre intercede por Cesáreo para evitar que pierda su trabajo por la fotografía que disparó la chocolatera para publicarla en el periódico. Además, se plantea viajar a Cuba para visitar a Paciencia, pero antes pide permiso a don Ramón.

Rosina y Susana cada vez están más desesperadas. Don Venancio no deja de amenazarlas con denunciarlas a la policía y la señor Hidalgo accede a pagar. Para ello, retira una cantidad de los fondos del yacimiento.

Ramón se da cuenta y le pide explicaciones, pero al final no se cree ninguna de sus excusas.

Por casualidad, Susana encuentra un cartel en la calle de
un espectáculo ¡protagonizado por Alexis! La sastra propone a su sobrina que vayan personalmente al tablao para comprobar si se trata del modelo y están siendo víctimas de una estafa.

Liberto y Ramón deciden seguir a las señoras, muy mosqueados con la situación.

Allí están también todos los Escalona y, de pronto, aparece el supuesto modelo, que es detenido por la policía.

“Don Venancio se compinchó con toda esa familia para hacer esta estafa”, les dice el comisario Gálvez a Rosina y Susana. Las mujeres pueden respirar tranquilas al fin.

Por su lado, Antoñito no consigue que Lolita ceda a que la boda se celebre en Cabrahigo. Además, la criada piensa retrasarla tras la enfermedad de su señora, pero Celia le pide por favor que siga adelante con los preparativos.

“Tendré que consultar al tío Genaro, el más anciano de mi pueblo, todo este complicado asunto”, le comenta a su ya desesperado novio.

En el altillo, las criadas empiezan a ver con buenos ojos a Úrsula y piensan que quizá haya cambiado desde que está al servicio del padre Telmo.