María rompe con Pallarés

Marcelino lee el cuento que ha escrito Manolín y, orgulloso de su vástago, empieza a pensar que quizá es superdotado. Benito, sin embargo, saca de su error al tabernero: “Tu hijo ha copiado párrafos enteros de diferentes relatos”.

Superado su miedo a volar gracias a los marines de la base de Torrejón, Fuen ya está lista para emprender su viaje a Colombia.

La secretaria también, aunque un poco temerosa desde que Loppard le vaticinó que no regresaría a España. Tocada por las palabras del mentalista, se despide de sus amigos como si fuera la última vez que los ve.

La intervención de Pallarés en el juicio y una conversación con Marcelino sobre lo complicado de las relaciones amorosas llevan a María a tomar una drástica decisión. “No puedo seguir contigo, lo siento”, anuncia al fiscal.

Marta tendrá que hacer acopio de toda su entereza para enfrentarse a dos nuevos reveses. Por un lado, Rovira le cuenta que Haussman ha decidido vender la empresa.

Por otro, su padre sufre un infarto como consecuencia del estrés al que se ha visto sometido los últimos días. Además, Alba se niega a perdonarla.

La ruptura con Pallarés ha sumido a María en una profunda tristeza y Gonzalo trata de animarla haciendo planes para seguir adelante con la película.

Aunque al principio ella asegura no tener fuerzas para continuar con el proyecto, acaba cambiando de opinión para alegría de su amigo.

Benito se preocupa cuando uno de sus clientes, Moisés, descubre el lugar donde guarda los libros prohibidos por el Régimen. Sus temores se hacen realidad cuando el hombre lo chantajea y le pide dinero a cambio de mantener la boca cerrada.

Una joven que ha heredado una fortuna de sus padres, acude al bufete de Quintero con intención de donar un valioso cuadro al Museo Romántico.

Nuria se encargará de atenderla y la buena sintonía entre ambas es inmediata. Como las gestiones llevarán un tiempo, la recién llegada termina alojándose en el hostal La Estrella.

Aunque le ha costado decidirse, Sebas acude a la cárcel atendiendo a la llamada de Maroto y este le pide un favor: “Necesito que recuperes un dinero que escondí en la fábrica y se lo entregues a una prima mía”.

El hombre se compromete a hacerlo pese al miedo a meterse en un lío. Ese día, busca en el sitio que le indicó su excompañero y encuentra un grueso fajo de billetes.

Rovira visita a Félix, que aún permanece en el hospital, con los documentos de renuncia a la Presidencia Honorífica.

Esto provoca la indignación de Rosalía y Jaime. “¿Cómo puede ser tan inoportuno y tener tan poco tacto?”, se queja la matriarca.

Por su parte, Marta está dispuesta a pujar por la empresa y hacerse con ella cueste lo que cueste. “Se lo debo a mi padre y a toda mi familia”, se dice. Y como no cuenta con liquidez suficiente, decide pedir un crédito.

De la Cueva no tiene pensado volver a España, al menos de momento, y Gonzalo, lejos de rendirse, se propone continuar la película con otros productores. Como siempre, María le ofrece su apoyo incondicional.

Mientras, Rafael intenta en vano ampliar las horas de vuelo internacionales. “Si no aumento mis ingresos, no sé cómo voy a ocuparme de Alba y de nuestro hijo”, se desahoga con Pitu.

Muy tenso por la presencia de Caldas en el barrio, Benito acaba cediendo al chantaje de Moisés, pero este no se conforma y le pide una cantidad mayor, lo que lleva al librero a idear un plan para acabar con esta situación.