Durán es detenido

Carvajal está cansado de que no se le respete desde que se puso al frente del semanario y se enfada por el enfoque dado al reportaje sobre el divorcio. “Me da igual que la fuente sea Quintero. No es lo que acordamos”, regaña a sus compañeros en medio de la redacción.

También en casa de los Gómez se vive una complicada situación por la detención de Luisita. Preocupada, Manolita pide consejo a Benigna: “Yo estoy tan nerviosa que me bloqueo”. Laura e Ignacio también se unen para sacar a su amiga del calabozo, hecho que provoca celos en María.

Por su parte, Ortega logra pasar las pruebas médicas y, luego, engañando a su familia, alquila una habitación en una pensión.

Tras someterse a un duro interrogatorio con Mendoza, Diego comenta a Quintero que está nervioso. “Tranquilo. Las investigaciones apuntan por otro lado”, asegura el abogado.

Sin embargo, Durán no puede conciliar el sueño.“Tengo la sensación de que alguien está dejando pruebas falsas para incriminarme en el asesinato de Requena”, dice a Marta, que lo apoya y está dispuesta a mentir en lo que sea con tal de darle una coartada si se da el caso.

Una vez que su hermana se ha ido al pueblo, es Vicky quien habla con su sobrino Víctor para que regrese él también: “Cuando termines los estudios, vuelves. Madrid va a estar siempre aquí”.

Ignacio logra que Emilio Losada caiga en su trampa y revele que las sustancias que encautaron en el King´s no eran de Luisita. Quintero no tarda en dar a su familia buenas noticias: “La han dejado en libertad sin cargos”.

Mientras, Samuel empieza a desconfiar de Ortega, pues le asombra su rápido avance. “Me confunde”, reconoce el psiquiatra.

Aunque son conscientes de que van a dar un disgusto a sus seres queridos, Javier y Susana acuerdan decir la verdad: “Nos hemos separado. Hace semanas que ya no estamos juntos”.

Las repercusiones del reportaje no se hacen esperar y Carvajal se ve obligado a dar la cara y conceder una entrevista para Radio España en la que no es  políticamente correcto. “Esto puede perjudicarnos mucho en el tema de la publicidad”, le reprocha Marta con cara de pocos amigos.

Entre tanto, Charo sigue obsesionada con que podría ser la madre de Belén y recopila documentación sobre el pasado de Tuñón de Guevara. Entre los papeles encuentra una fotografía muy reveladora…

En una comida informal, Samuel anuncia a su prima que se quedará en Madrid: “Así podré seguir con la terapia de Ernesto. Me parece importante”. A Ortega, sin embargo, le horroriza la idea pues teme que lo desenmascaren.

Como prometió, Novoa engaña a Mendoza. “Te lo agradezco, pero no debías haberlo hecho. Si te descubren, las consecuencias serán para los dos”, asegura Diego.

En la pensión, Susana y su padre se sinceran sobre sus respectivos sentimientos y Julián comenta a su hija que comienza a pensar que su relación con Matilde tiene poco futuro.

Susana, por su parte, cada vez siente más que se ha equivocado con Javier. Hacerlo público le ha hecho sentir que le echará de menos.

A la mañana siguiente, Marce y Benigna se retan a una divertida apuesta: intercambiarán sus tareas de sol a sol para ver quién de los dos se queja con razón. Pronto reconocen que ambos trabajos son casi igual de complicados.

Como esperaban, Mendoza y sus agentes se presentan en el periódico con una orden de arresto para Diego.

Nada más enterarse, Quintero se encarga de explicar a su entorno que es un simple malentendido y que pronto estará de nuevo en la calle.

Poco a poco, María se da cuenta de que pasa muchos momentos pensando en Ignacio y tiene que reconocerlo.