La sexta temporada de Amar es para siempre llega esta semana a la sobremesa de Antena 3 con nuevas historias e incorporaciones, como Fernando Cayo, Ruth Núñez, Olivia Molina o Víctor Clavijo. “En las entregas anteriores a la quinta faltó algo de sentimiento y los espectadores no se identificaban. En esta seguiremos por este camino”, señala Eduardo Casanova, su director.

Ambientados en 1969, los nuevos capítulos se llevan perfilando desde enero y tendrán como escenario principal la redacción de un semanario. “Llevamos diez años sin descansar en la emisión de la serie. Tenemos calculadas las temporadas para que el equipo pueda parar durante seis semanas y construir nuevos decorados”, cuenta Casanova.

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Aun así, el equipo conserva la ilusión del primer día y un sinfín de ideas: “Los guionistas son unos máquinas y tienen mucho talento. Son catorce personas”. Como buen profesional, confiesa seguir todas las producciones televisivas, y entre sus favoritas están The Wire, Breaking bad, Black mirror y Narcos.

El pasado martes 5 se reveló el secreto mejor guardado de la quinta entrega: la identidad del asesino del marqués Alonso Núñez de Losada: “Ha sido un
reto emplear el mismo material con los seis sospechosos”. Sobre la posible vuelta de Miguel Ángel Muñoz a la serie, Eduardo lo tiene claro: “Sería complicado porque ha salido su muerte en pantalla. Ahora mismo no me lo planteo, aunque tardaría bien poco en diseñarle una trama”.