Nancho Novo triunfa en ‘Amar es para siempre’: “Me despeino nada más salir del plató”
Nos tiene acostumbrados a una imagen transgresora y juvenil, pero este actor gallego de 58 años a quien vemos actuar en traje y corbata tiene un alma bohemia que expresa con su música.
Algo ha cambiado en la vida de Nancho Novo. Es el de siempre, pero hace dos años tuvo su primer hijo y nota que le ofrecen personajes más ‘maduros’. “Aquella imagen de chico roquero y desvergonzado tenía que cambiar”, explica con humor este gallego, que se ha engominado el pelo y se ha dejado bigote para encarnar a Félix Novoa, un empresario hecho a si mismo en Amar es para siempre.
¿Cómo te ves en este papel?
Raro. Me despeino nada más salir del plató (risas). Lo que peor llevo es el bigote, que tiene que convivir conmigo todo el día y es algo a lo que todavía no me he adaptado.
¿Te sorprendió que te ofrecieran dar vida a un empresario tan serio?
A mí me gusta ser camaleónico. Además, ya tengo una edad y es hora de romper con esa imagen que mucha gente tiene de mí.
¿Te está costando adaptarte al ritmo de una telenovela?
No, pero estoy estudiando muchísimo, incluso más que cuando hice Medicina. Durante dos años fui muy aplicado en la universidad, luego tomé otro camino y decidí ser actor.
¿Qué años tenías en 1967, época en que se desarrolla la historia?
Unos 9 o 10, pero tengo ese tiempo muy grabado en la memoria porque fue una etapa clave en algunos aspectos.
Creciste en Galicia, pero ¿cuándo te trasladaste a Madrid?
Con 21 años. Siempre que puedo vuelvo a mi tierra a ver a la familia: Navidad y verano son sagrados para eso.
¿Conocías a tus compañeros?
A algunos sí, como Ana Torrent e Iñaki Miramón, con quien me une una gran amistad. De los jóvenes, coincidí con Javi Pereira en una película y con Miguel Ángel Muñoz en una serie.
¿Cuál es el trabajo de tu carrera que más te ha marcado?
La obra ‘El cavernícola’ me ha dado un gran reconocimiento profesional y sigo con ella. Empiezo la octava temporada y no dejo de disfrutarla ni una función.
¿En qué radica su éxito?
En el actor que lo hace, que es espectacular (risas). Es un monólogo de Rob Becker, que se ha interpretado en treinta países y han visto ocho millones de personas. Hay un punto de autocrítica hacia la sociedad y hacia los hombres.
¿Sigues con tu grupo de rock, Los Castigados Sin Postre?
Jamás dejaré la música, pero me resulta complicado programar conciertos, por fechas y horarios.
Lee la entrevista completa en la revista Telenovela.
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