Uno de los rasgos más destacables de Tuba es, sin duda, su solidaridad. En 2014, Unicef la nombró Embajadora de Buena Voluntad por su lucha en favor de los derechos de la infancia: "Visitamos entornos rurales y escuelas porque los niños son los que más sufren. Todos deberían recibir amor, educación y salud". Fiel a su objetivo de "dar a la gente buenos sentimientos", este año ha hecho realidad el sueño de una joven turca con síndrome de Down que deseaba conocerla en persona. Además, en 2015, su activismo social recibió el Premio Giuseppe Sciacca, que reconoce a los que luchan por la dignidad de las personas. Tuba, que ha sabido sacar partido a su elegancia convirtiéndose en imagen para Oriente Medio de la marca española de joyas ARTE Madrid y de la firma de relojes de lujo suizos IWC Schaffhausen, prepara su incursión en el cine japonés. Hasta el país nipón viajará para protagonizar una película de la que no se han dado detalles pero en la que seguro brillará como la estrella que es.