Camila no se ha separado ni un solo momento de Lucía que, aún convaleciente, le pide ver a Hernando. La mujer accede a la petición, pero empieza a sospechar que ambos ocultan algo cuando encuentra una fotografía rota de su marido en el altar del dios al que venera su amiga.
Dispuesta a averiguar de qué se trata, pregunta directamente a su esposo si la engaña con la cubana. Aunque Doscasas se confiesa culpable y le asegura que se arrepiente y que no volverá a ocurrir, ella no puede perdonarlo como le ruega y se va de casa.
Al enterarse, Lucía intenta convencerlo de que es lo mejor que les ha podido pasar porque así podrán estar juntos, pero el hombre le deja claro que no volverá a caer en su brazos.
Raimundo y Francisca piden a la Guardia Civil protección para Severo al saber que encabeza la demanda colectiva en contra de Garrigues, de la que la Montenegro ha decidido desentenderse.
Poco después, la señora comunica a Mauricio que el matrimonio con su prima se producirá en quince días. Al capataz, entonces, no le queda más remedio que sincerarse con Fe.
“La patrona me ordena casarme, no puedo elegir”. La criada cree morir al escuchar tal declaración.
En la luna de miel, Matías y Marcela han pasado momentos muy agradables y él le ha prometido ser un buen padre y esposo.
Sin embargo, a su regreso, el corazón le recuerda a quién ama de verdad en cuanto se encuentra por casualidad con Beatriz, lo que hace que flaqueen los buenos propósitos.
Su esposa no es ajena a la situación y habla claro a su marido sobre su matrimonio.
Mientras tanto, Emilia y Alfonso creen que su nuera podría trabajar de camarera en la casa de comidas y le ofrecen el puesto. Aunque la muchacha pone voluntad, no sabe desenvolverse. Tampoco demuestra soltura en el arreglo de las habitaciones.
Los vecinos se enfrentan en la plaza del pueblo a Cristóbal, que no se amilana.
Este, a quien don Gaspar ha puesto al corriente de las fechorías del intendente, no duda en humillarlo en público
Y le asegura que purgará por sus pecados y decirle que se avergüenza de él: “No mereces ser mi hijo”.
Carmelo y Severo se quedan perplejos pues creían que el progenitor de Garrigues había fallecido. Francisca les aclara que Eusebio es el padre adoptivo.
Hernando ignora dónde ha pasado la noche su esposa y pregunta a Nicolás. El fotógrafo sospecha que puede estar escondida en la casa de comidas y consigue verla.
Así es como descubre por qué ha abandonado a su marido. Alfonso se percata de la complicidad que existe entre ambos y pregunta a su amigo si es Camila la mujer de quien le dijo que estaba enamorándose.
A La Casona acude don Eusebio con la intención de recabar más información sobre Cristóbal y Francisca disfruta dándosela.
Decepcionado, el hombre se cita con Severo para pedirle perdón en nombre de su hijo. Aunque parece que el señor está dispuesto a solventar los errores de Garrigues, a la Montenegro le molesta el encuentro.
Matías y Beatriz se ven en el bosque y, tras mantener una sincera conversación, ambos se despiden con una profunda tristeza: su amor sigue intacto pero no pueden estar juntos.