Cristóbal ordena tapiar la habitación donde vio con Onésimo, Carmelo y Dolores un fantasma, pero esa tarde tiembla de miedo al oír detrás del muro el llanto de un bebé.
Para entonces, todos en el pueblo saben de las extrañas apariciones por la dueña del colmado, a quien don Berengario regaña. “No debería hablar tan alegremente sobre ese tipo de fenómenos”, le advierte.
... Lucía se insinúa sutilmente a Hernando, que empieza a fijarse en ella. Una noche en que ha bebido para soportar la ausencia de su esposa revela a la cubana la crisis que atraviesa su matrimonio y la mujer lo besa en la boca.
Aunque aún sigue en coma, Raimundo se mueve cada vez más desde que el doctor dejó de medicarlo. Todos temen el momento en que salga de ese estado pues no imaginan cómo reaccionará.
Tras examinar a su paciente, Zabaleta no se explica lo ocurrido y lo seda de nuevo.
La cubana se lesiona para que Hernando la acompañe al médico y no pueda atender a Camila, que ha quedado en llamarlo.
Cuando la mujer consigue hablar con su esposo horas después no oculta su decepción por no estar en casa y le cuelga sin permitirle explicarse.
Destrozado, el hombre bebe más de la cuenta, momento que la cubana aprovecha para llevarlo a la cama y seducirlo.
Debido al temor que le produce que lo sepa por otra persona, el joven se acerca a Los Manantiales para informar a Beatriz de su boda con Marcela, pero se va de allí triste cuando le informan que está de viaje.
Poco después, acompaña a su novia a comprar unos hilos y ella, emocionada, cuenta a Dolores que se casa. A la señora le parece un error y no se molesta en ocultarlo.
Tras enterarse de que en el ayuntamiento hay gente que no quiere reconstruir la escuela, Gracia avisa Adela, que se enfrenta a ellos con argumentos de peso. Carmelo la apoyará cuando Onésimo le pide que se retracte para calmar los ánimos.
Dispuestos a salirse con la suya, los ediles sorprenden a la mujer por la calle y la golpean. Una vez más, el abogado acude en su ayuda, pero los asaltantes se ceban con él. Adela huye entonces en busca de refuerzos y los matones salen corriendo cuando les ven llegar.
La maestra cura a Leal, que aprovecha el momento para explicarle la trampa que le tendió Garrigues con el único objetivo de que matara a su marido.
Hernando recibe cariñoso a Camila, a quien desea reconquistar. Sin embargo, no es capaz hacer el amor con ella porque no puede sacarse a Lucía de la cabeza.
Mientras, en su cuarto, Beatriz se entusiasma con la idea de volver junto a su amado. Saber que ha ido a verla solo le hace pensar que busca la reconciliación.
A la mañana siguiente, baja al pueblo a buscarlo, pero se encuentra con Marcela. “Voy a casarme con Matías”, le comunica. A la joven se le rompe el corazón aunque hace lo posible por ocultarlo.
Raimundo despierta y mira a Zabaleta como ido. En ese momento, Garrigues sufre otra alucinación en Miel Amarga.
Carmelo y el primo de Hipólito lo encuentran en trance y lo llevan a pasear para que tome un poco el aire, pero el patrón se pone peor.