"Por favor, no te cases"

Sabiéndose descubierta, Irene reconoce a Severo que no ha sido sincera: “Yo también perdí a mi hijo, por eso estoy investigando”.  Aunque la explicación lo convence, poco después descubre que miente porque no ha viajado a Puebla, como le ha dicho, sino a Munia. 

Alfonso, que sigue con las prácticas de tiro, se inquieta cuando Nicolás le comunica que ha solicitado que el juicio se celebre en Puente Viejo. “Aquí el general tendrá menos influencias que en la capital”, explica el abogado. 

Más impactados se quedan los Castañeda con la visita de doña Francisca, que llega en el momento en que esperan recibir los billetes a Cuba.

“María, Gonzalo y los niños están bien”, les dice demostrándoles que está al tanto de todo por mucho que intenten ocultárselo. En este caso se ha enterado por Aurora, a quien ha ordenado seguir después de que dejara a Beltrán con sus tíos. 

Hipólito se pone especialmente cariñoso para confesar a Gracia que le ha hecho el hombre más feliz del mundo con la noticia del embarazo. 

Esta alegría contrasta con el malestar que siente Saúl por la inminente boda de Julieta con su hermano. 

Tampoco los novios están de buen humor: han discutido porque él nota la falta de interés de su amada.

Cerca de La Casona, Laura escucha a los jornaleros hablar de revolución y advierte a Saúl. Este previene a la Montenegro, que no se lo toma en serio porque los hombres infiltrados de Mauricio no saben nada del asunto. 

Días después, la enfermera insiste a su amigo del peligro pues ha visto a Larraz y a sus hombres con armas. Ortega habla con su hermano, pero este desconfía de él pues cree que exagera la gravedad de la revuelta para impedir la boda. 

Para demostrarle que está equivocado, lo convence de que lo acompañe a interrogar al jornalero, pero este lo niega todo e incluso se muestra extrañado por las preguntas. 

Para entonces, Raimundo llega a La Casona con inquietantes noticias: “Corren serios rumores de levantamientos por todo el país”. 

Aunque tiene motivos para sospechar, Severo sigue confiando en las buenas intenciones de Irene porque cree que puede ayudarlo a encontrar a Carmelito. 

Nicolás, que no es ajeno a la inquietud de su amigo, le abre los ojos: “Quizá sepa más de lo que asegura sobre la desaparición de tu hijo”. 

En la bodega de Fe se presenta el abogado del asesino de Mariana. Ella se pone nerviosa y se lo comunica a Nicolás, que tiene un tenso encuentro con su colega.

Al llegar a la finca, Saúl se extraña porque no hay trabajadores. Mauricio interroga a sus hombres y estos le aseguran que han caído enfermos. Sin embargo, nadie ha ido a buscar a Laura para atenderlos. 

Dispuesto a averiguar qué esconde, Santacruz sigue a Campuzano en uno de sus viajes y se queda de piedra cuando un niño, que en un primer momento cree que es Carmelito, corre hacia ella emocionado. “Dijo que no había encontrado a su hijo, y ese la ha abrazado como si lo fuera”, piensa. 

De vuelta en el pueblo, le exige una explicación tras acusarla de mentirosa. Aunque se la da, él no la cree y horas después la periodista desaparece sin decir nada. 

La Casona se engalana para la recepción previa a la boda y acuden las personas más importantes del pueblo y los alrededores. 

Prudencio y Francisca están pendientes de que todo salga a la perfección, ya que son los grandes interesados de que el compromiso llegue a su fin.

Ambos saludan y reciben la enhorabuena de todos los asistentes que se felicitan por el próximo enlace.