La nueva ilusión de Severo

Matías pide al general Pérez de Ayala que le permita ver a sus padres y él le promete ocuparse de la gestión.

Lejos de hacerlo, una vez en la cárcel presiona a Emilia hablándole del chico y ofreciéndole una opípara comida a cambio de que delate a su marido.

Aunque ella se niega, él la deja comer pero a los pocos minutos de ingerir algo de alimento se desmaya…

Luego, el militar lleva a Alfonso a la celda de su mujer para hacerle creer que le dispensan trato de favor porque ha confesado.

Finalmente, Prudencio no envenena a Julieta con las hierbas que ha comprado y las coloca en un tarro después de quitar las que tenía.

 Ajena a esto, Consuelo se prepara una infusión con ellas y empieza a sentirse mal. Preocupados, Julieta y Saúl llaman al doctor Zabaleta, que no da con el motivo del mal.

Aun así, le realiza un lavado de estómago y le aconseja no comer nada pero la señora empeora porque sigue  tomando la bebida envenenada.

Tras recibir la visita de Pérez de Ayala, Irene se niega a seguir con el reportaje contra él sin dar explicaciones a Severo, pero este la presiona para que le cuente lo ocurrido.

Al saberlo, el hombre se altera y le asegura que en ese mismo momento irá a hablar con el despiadado militar. La periodista logra frenarlo y le agradece que quiera protegerla.

Entonces ambos se quedan callados unos segundos en los que se dan cuenta de que se atraen…

También lo percibe Carmelo, que acaba de llegar, y después comenta a su amigo la posibilidad de rehacer su vida.

Aunque Severo enfurece ante la idea de sustituir en su corazón a Candela, al día siguiente siente que podría ser feliz con Irene cuando ve que se ha quedado dormida meciendo a su hijo.

Cuando Pérez de Ayala le comunica que no puede ver a sus padres, Matías se desespera y se lo cuenta a Raimundo.

Este empieza a sospechar que su nieto está en peligro y lo convence de que se esconda con Marcela y su hija Camelia en el pasadizo de La Casona, algo que apoya Francisca.

Alfonso no cree que Emilia haya hablado y ella, que al despertarse se da cuenta de que la drogaron, se muestra firme cuando la visita de nuevo el militar.

“Hay peores cosas que la muerte”, le asegura él antes de irse. Acto seguido se va en busca de Matías y su familia pero no los encuentra. Fuera de sí, ordena a un hombre pasar la noche con Emilia después de que los guardias se vayan.

A la mañana siguiente, cuando llegan, encuentran a la mujer hecha un ovillo en el catre. También Alfonso ha recibido la visita inesperada de otros individuos…

Dolores cree que a Melitón le gustan los hombres Emocionada con el éxito de la escuela, Gracia compra a los alumnos vestidos adecuados para bailar sevillanas.

Feliz también se pone Mauricio cuando Fe despierta, pero no todo son buenas noticias: solo reacciona a estímulos
básicos y no puede hablar.  Ni el capataz ni Raimundo consiguen sacarle información sobre el día en el que apareció colgada.

En la soledad de su cuarto, Severo se debate entre sus sentimientos por Irene y los de su difunta y amada esposa. De pronto, entre lágrimas, se le escapa un “perdóname, Candela”.