Nunca imaginó que retomaría su papel en El secreto de Puente Viejo, la novela que considera su escuela profesional. Pero la repentina marcha y desaparición de doña Francisca ha provocado que los responsables de la serie recuperen, cuatro años después, a otro de los malvados del pueblo: Fernando Mesía. “Su llegada deja muy impactados a todos los vecinos”, asegura Carlos Serrano.
Tu regreso es muy sorprendente…
Vuelvo con un importante documento notarial de doña Francisca, por el que me otorga plenos poderes en su ausencia. Me voy a instalar en La Casona, con todas las consecuencias.
¿Siempre te dejaron la puerta abierta en Puente Viejo?
Hace cuatro años me metieron en la cárcel. No estaba previsto que volviera. Por suerte, la situación de Mesía se había quedado en stand by. Y gracias a que no me pegaron un tiro, ahora han podido recuperar al personaje.
¿Te costó decidirte?
¡No! Aunque estaba rodando en Mundaka Presunto culpable, una nueva serie de misterio en la que encarno al hermano de Miguel Ángel Muñoz, no lo dudé. Tuve que compaginarlas durante un mes.
Háblame de tu papel en la serie Presunto culpable.
Es como Caín. Miguel Ángel es el hermano bueno y correcto e Iñaki se quedó en el pueblo cuando él se marchó y lo ha pasado muy mal. Se ha comido
todos los marrones.
¿Conocías a Miguel Ángel Muñoz?
No, pero hemos encajado realmente bien, como con todo el equipo. Se ha creado un clan muy unido en el rodaje.
¿Ya le has cogido el ritmo?
La primera semana sí me costó, hasta que recuperé las lapidarias frases de Fernando Mesía; entonces me encontré a gusto. He vuelto tranquilo y pensando que uno tiene que ser constante y metódico al aprenderse los guiones. Lo importante es llegar a plató y ponerte a ‘jugar’ para vencer los miedos.
¿Qué diferencia hay entre aquel Fernando y el actual?
El espectador va a descubrir ahora a un personaje divertido, de vuelta de todo. Aparentemente será muy afable, pero hay que tener en cuenta más lo que calla que lo que expresa. Vuelve con mucha guasa.
¿Te apetecía meterte de nuevo en la piel de este personaje?
¡Claro! Ha sido como volver a casa. Yo me formé como actor en la Escuela Superior de Arte Dramático, pero mi taller profesional lo encontré hace cuatro años en El secreto de Puente Viejo. Aprendí a rodar rápido y con efectividad y, cuando me fui, me llevé una familia en el corazón. He quedado con muchos de mis compañeros a menudo.
¿Qué has hecho durante estos cuatro años alejado de las pantallas?
Primero, descansar mucho porque esta telenovela es muy exigente. Yo soy de Alicante y necesité una temporada para desconectar cerca del Mediterráneo. He estado dos años en la Compañía Nacional de Teatro Clásico y también he trabajado en el Teatro Español junto con José Sacristán.
¿Con qué actor de la novela te ha gustado más reencontrarte?
Sin duda, con Ramón Ibarra, que da vida a Raimundo. En mi primera etapa en la serie no tuvimos muchas escenas juntos, pero ha sido mi mejor amigo en estos últimos años.
¿Cuánto tiempo va a permanecer Mesía en el pueblo?
Eso no se sabe. Todo dependerá de la vuelta de doña Francisca. A través de mí, el público descubrirá las razones de su inesperada partida y de que haya contado conmigo para tomar las riendas de sus negocios.
¿Qué haces cuando no trabajas?
Me considero una persona muy simple en sus gustos. Me gusta leer, ver películas, pintar, escribir y, sobre todo, la música, pero todo lo hago para mí. Y me encantaría dirigir porque creo que puedo aportar muchas cosas.
