La novela es su primer gran trabajo continuado en televisión, algo que Fran Cantos agradece y disfruta al máximo. Malagueño de nacimiento, siempre estuvo vinculado al mundo audiovisual por su trabajo como técnico de sonido y fotógrafo, pero interpretar pesó más en su balanza. Lleva siete años formándose en Madrid y espera que El secreto de Puente Viejo le abra más puertas en la profesión.
Das vida al gran enemigo de doña Francisca en esta temporada.
Soy el capataz de todos los jornaleros en un tiempo en el que no había muchas figuras así. Es un momento de cambios y mi personaje entra en acción para plantearlos.
¿Cómo conseguiste el papel?
Tras superar un casting con Yolanda Serrano. Fue una sorpresa porque es mi primer trabajo fuerte. Hasta la fecha había hecho pequeñas colaboraciones en series como La peste, La que se avecina, El accidente, iFamily y, tiempo atrás, Arrayán, que se rodaba en mi pueblo. Allí trabajé como técnico de sonido, pero actuar era lo que me tiraba y lo dejé todo por intentarlo.
¿Eres andaluz?
Soy de Málaga, pero llevo en Madrid siete años formándome como actor.
Interrumpes la boda de Julieta y Prudencio. ¿Qué recurdas de ese rodaje en exteriores?
La cuadrilla y yo pusimos en una situación límite a todos los invitados. Antes de grabar le dije a José Milán, en plan de broma, que lo mismo no le hacía gracia que fastidiara su boda, pero que a Julieta podía sucederle todo lo contrario.
¿Qué ha supuesto Larraz para ti?
Un regalo, tanto personal como profesionalmente. Me ha dado trabajo y la oportunidad de crecer y aprender. Es un personaje bonito, con muchos picos y conflictos, y eso es algo genial para un intérprete.
¿Eres tan combativo como él?
Sí. No sé hasta que punto llego, pero reconozco que me interesan los temas sociales y la defensa de los derechos.
¿Qué va a pasarle próximamente a tu personaje?
Seguirá en su línea combativa, con su hijo y luchando por conseguir la indemnización de doña Francisca.
¿Te ha costado integrarte en una serie diaria?
No, aunque a veces hay que aprender muchas páginas y en poco tiempo. Para un actor es un grato reto, y espero seguir en la brecha. Con Larraz soy feliz.
