Victoria y Chencha se van a la capital para evitar que Julio lleve a cabo sus amenazas contra Andrés. En la ciudad, la chica se emociona cuando el entrenador Clemente le presenta a Raúl de la Peña, el locutor que sin saberlo la ayudó con su programa de radio a seguir adelante durante sus años de encierro.

Al médico le fascinan la energía y la ilusión con la que corre, y entre ambos surge una estrecha relación. Tanto es así, que a los pocos días ella le pide consejo sobre su esposo. “Si quieres triunfar como atleta, debes dejar a un lado lo demás”, le asegura.

Mientras tanto, en el pueblo, Cristina intenta seducir a Santibáñez, pero él le aclara que ama a su mujer, a quien piensa ir a buscar. Ella se ofrece a acompañarlo.

Elena descubre que está embarazada y se lo comunica a Julio, que le ordena que aborte. Y es que ese hijo frustraría sus planes de casarse con la matriarca del clan, que ya le ha dicho que sí a su petición de matrimonio.

Para solucionar sus problemas económicos, Victoria empieza a trabajar de camarera por la noche. Las mañanas las dedica a entrenar, pero el cansancio acaba venciéndola y Clemente se plantea echarla debido al escaso rendimiento. No lo hace a petición de Raúl que, además, contrata a Chencha para que cuide a su hija, Elsa, que está enferma.

Cecilia llega a la hacienda de los Santibáñez en busca de información sobre su hija. Gloria la acompaña al reformatorio y le dice que Adriana, que hizo la vida imposible a Victoria, lleva su misma sangre. La mujer le pide perdón por haberla abandonado y se la lleva a casa. Ni Arturo ni Jorge, su padre, creen que la chica es quien dice y, a espaldas de Acevedo para no desilusionarla, el primero le deja clara su sospecha.

Cristina roba a Andrés un beso en la calle cuando van a buscar a Victoria, que los ve y se dirige al club deportivo con el corazón roto. Cuando su marido se presenta allí y le pide que vuelva a su lado, ella lo rechaza. De nada sirve que Santibáñez niegue cualquier relación con su acompañante.

Raúl se alegra de la decisión de la chica pues, aunque lo oculta, ya se ha instalado en su corazón. A ella le ocurre lo mismo, y un día que intenta animarlo porque Elsa ha empeorado, se dejan llevar por el deseo y se besan.

Con Andrés de nuevo en casa, Gloria anuncia su compromiso con Julio, pero en ese momento llega el padre Esteban para informar a la familia del embarazo de Elena. A solas con su prometida, el administrador le hace creer que su hija lo sedujo.