Julio sigue empeñado en hacer daño a Victoria y, sabiendo que Magdalena también la odia, no duda en ayudarla a escapar de la cárcel. Adriana, que tampoco soporta a la deportista, se une a ellos.

Desde que Montaño se llevó a su hijo, Maritza no encuentra aliciente para seguir adelante y Raúl, con objeto de ayudarla, le propone que reciba a una de sus pacientes: “Necesita ayuda especializada y tú, como psiquiatra, puedes proporcionársela”.

Elsa, por su parte, retoma su trabajo tras ser dada de alta en el hospital, pero se desanima enseguida cuando recibe críticas por su aspecto. “No puedes dejar que te afecten las opiniones de personas que ni siquiera te conocen. Eres una buena actriz y vas a demostrárselo”, la anima Elías.

Ahora que su sobrina he retomado su vida, De la Peña se marcha a Venecia con intención de iniciar una nueva etapa junto a Isadora, pero la mujer ya no está allí. El médico, creyendo haberla perdido para siempre, regresa a su casa muy desanimado.

Cuando solo faltan unos días para su boda, Victoria es secuestrada por Julio y conducida a un siniestro escondite donde Magdalena y Adriana la vigilarán.

Mientras tanto, Maritza pierde la custodia de Alejandro, pero su dolor se mitiga en parte cuando consigue adoptar a una niña que acaba de quedar huérfana.

Andrés y Braulio reciben la llamada de Julio y, angustiados ante la posibilidad de perder a Victoria, acceden a entregarle un alto rescate que los deja al borde de la ruina. Satisfecho al haber logrado su objetivo, Montaño se dispone ahora a fugarse con el dinero, pero sus cómplices se dan cuenta y se enfrentan a él con tan mala suerte que, durante el forcejeo, Adriana muere.

Aprovechando que sus captores la han dejado sola, Tonantzin huye y se reúne con los suyos mientras Magdalena es detenida y enviada de nuevo a la cárcel.

El triunfo de Julio no durará mucho pues, pasados unos meses y al poco tiempo de haber obtenido el poder total de las empresas Acevedo, los accionistas renuncian debido a su mala gestión y lo dejan totalmente solo. Además, Andrés lo lleva a los tribunales y recupera la compañía para alegría de Victoria.

Raúl también se lleva una gran alegría cuando Isadora regresa por sorpresa. “No vuelvas a dejarme solo”, le dice antes de pedirle matrimonio.

Pero no todo son finales felices. Montaño muere tras sufrir el brutal ataque de una jauría de perros mientras pasea por una zona apartada a las afueras de la ciudad.

Han pasado quince años desde que Victoria fue condenada a prisión y, en este tiempo, la muchacha ha creado en su imaginación todo un universo de personajes que la han salvado de la locura y cuyas historias ha plasmado en papel.

Feliz tras recuperar su libertad gracias al buen trabajo de Andrés, la muchacha les cuenta a él y a Chencha cómo escribir la historia de otras personas la salvó de la locura. “Lo único que siento es que Luz Clarita siga en coma y no llena de vida como en mi imaginación”, lamenta.

Días después de su regreso, Tonantzin se pone a las órdenes del prestigioso entrenador Clemente Mendieta y no solo consigue representar a México en los Mundiales de Atletismo, sino que también se alza con la medalla de oro, que dedica a Chencha.

Más enamorado que nunca, Andrés se acerca al podio y la sorprende con un precioso ramo de flores y una proposición de matrimonio. “Por supuesto que me casaré contigo”, responde ella con un largo y cálido beso.