Carlos está decidido a hacer respetar su voluntad en el pueblo. Por ello, junto con Alberto y Víctor, golpea hasta la muerte a Guillermo.

Mientras, Isabel descubre que Alba obligó a Elisa a mentir a la policía y, tras una fuerte discusión, ecae en su enfermedad. Sergio, preocupado por su estado de salud, resuelve no contarle la infidelidad de su esposo. Recuperada, viaja a la ciudad para reunirse con Aníbal. Sin embargo, en el apartamento se encuentra con Olga, que le asegura que su marido quiso seducirla. El hombre intenta excusarse, pero ella, dolida, regresa al pueblo.

Lejos de allí, Elisa suplica a Fidel que se aleje de su hermano porque puede hacerle mucho daño: “Solo está utilizándote, igual que hace con los demás”.

Quien tampoco se encuentra en su mejor momento es Daniel, que sintiéndose culpable por el asesinato de Guillermo se refugia en los brazos de su cuñada. Sin poder contenerse, le confiesa que está enamorado de ella y se funden en un apasionado beso. Aturdida por lo ocurrido, la joven le pide que se aleje: “Esto no puede ser, estoy casada con tu hermano”. Despechado, va a buscar a Carolina, pero es incapaz de hacer el amor con ella, pues no deja de pensar en su amada.

Por su parte, doña Amparo, que comienza a sospechar de los sentimientos de su hijo, amenaza a su nuera:“Si tengo la más mínima prueba de que tuviste algo con Daniel, acabaré contigo”. No contenta con eso, ordena a Genaro que siga a la joven. Aníbal regresa al pueblo en busca de su esposa y con la intención de recuperar su confianza intenta explicarle lo sucedido. “Te juro que miente, yo nunca he estado con ella. Te quiero”, le asegura. Acto seguido trata de seducirla, pero la mujer no cree en sus palabras y se marcha furiosa de la habitación.

Ajena a todo, Alejandra se reúne con Iker en el pueblo y le dice que jamás podrá tener una relación con él porque está enamorada de otra persona. Uriel, que ha pasado la tarde consolando a Carmen por su despido, recibe una brutal paliza de un encapuchado con un claro mensaje. “Sal de la vida de Alejandra o te arrepentirás”, le advierte.

Por fin llega la fiesta de compromiso de Sergio y Teresa. Esta se muestra angustiada porque su novio no aparece y teme que se haya arrepentido, pero finalmente el menor de los Otero entra en la sala y le pide matrimonio delante de su familia.

Olga aprovecha la situación para entrar en la mansión con la intención de eliminar a su rival, pero en el último momento se arrepiente. Consciente de lo que estuvo a punto de hacer y harta de los desprecios de su amante, le comunica que se marcha y que intentará arreglar las cosas con Montalbán. “Tu esposo y yo nunca estuvimos junto, te mentí”, le dice. Ninguno sospecha que todo forma parte de su venganza.

Este no es el único problema al que debe enfrentarse Aníbal. Amador no deja de chantajearlo con contar que él es su socio en sus turbios negocios si no accede a darle el dinero que le pidió.

Por otro lado, Carlos enfurece por las constantes amenazas de Daniel y decide vengarse abusando de Isabel mientras se encuentra en el aserradero. Por suerte, el joven llega a tiempo y evita el fatal desenlace.