Para asegurarse de que Armando no cambia de idea respecto a la boda, Marlene le muestra la declaración que hicieron ella, Elsa y Javier en su contra. No contenta con ello, lo amenaza con culparlo de la muerte de Sofía y Carmen y le advierte que “no habrá separación de bienes”. Él asiente en silencio y luego, a solas, llora por todo el daño que ha hecho a su familia.

Andy también recibe amenazas, pero de los mafiosos con quienes se asociaron él y su hermana. Molestos por la interrupción de los envíos de droga, los delincuentes le exigen que retome la actividad inmediatamente.

Mientras tanto, en el hospital, Soraya despierta del coma aunque está muy confusa y no recuerda nada. Bobby se queda impactado cuando lo confunde con Pancho y se dispone a sacarla de su error cuando uno de los médicos le aconseja seguirle la corriente para no alterarla más.

Gracias a Viriginia, Rosa y Rebeca son detenidas por traficar con droga en la cárcel y la joven no tarda en ser puesta en libertad. Feliz, se reúne con Eva que la acoge en su casa junto a Federica y Camila. Esta, por su parte, sigue detrás de Bobby pero él acaba parándole los pies y aclarándole que está enamorado de Adriana.

Evencio recuerda que fue Armando quien le regaló el tequila con el que se emborrachó el día de la muerte de Sofía y se lo cuenta a Pablo. Sin perder tiempo, este inicia la búsqueda de Carlos, el vigilante del Mon Sol que le dio la botella a Martínez, con la intención de obtener su testimonio. “Será mejor que, al menos de momento, Eva no lo sepa”, comenta Contreras a su padre.

Sin embargo, no lograrán su objetivo pues Marlene se entera de sus intenciones al escuchar una conversación entre Evencio y Marta. Sin perder tiempo, pone al corriente a Andy y este elimina a Carlos.

Días más tarde y ajenos a lo ocurrido, Pablo, Marcos, J. J. y Martín hablan sobre el caso sin percatarse de que Eva los escucha. Muy alterada, Soler va a buscar a Armando, que está a punto de dar el “sí, quiero” a Marlene. “¿Cómo fuiste capaz de implicarte en la muerte de Sofía y Carmen? ¡Te juro que pagarás por ello!”, grita fuera de sí.

Pablo llega en ese momento y se lleva a Eva, mientras la ceremonia prosigue sin más interrupciones. Frente a la satisfacción de la recién casada, Montes se muestra serio y distante.