La caída de Adriana por unas escaleras cuando trataba de huir de Andy provoca que la joven pierda el hijo que esperaba. Nada más enterarse, Bobby va a verla al hospital pero ella, inconsolable, lo echa y le dice que no quiere volver a saber nada de él. Armando también la visita y, aunque en un principio discuten, acaban reconciliándose con un cariñoso abrazo.

Soraya, por su parte, ha recuperado la memoria por completo e, incapaz de soportar la ausencia de su amado Pancho, repite una y otra vez que no quiere vivir.

Durante una revisión rutinaria, la ginecóloga de Betty se da cuenta de que algo va mal y tras someterla a varias pruebas le habla con claridad: “Tu vida corre peligro, es necesario que adelantemos el parto”.

Pablo y Armando coinciden en el hospital donde Adriana permanece ingresada y, como es habitual, comienzan a discutir hasta que aparece Eva acompañada de Reynaldo y les pide a ambos que se marchen. “¿Ese es el hombre de quien estás enamorada?”, pregunta Santacruz a la mujer refiriéndose a Contreras.

Bobby intuye que Soraya está pensando en suicidarse y, muy preocupado, llama a Soler. Sin perder tiempo, Eva va a visitarla y consigue hacerla reaccionar hasta el punto de convencerla de tomar las riendas de Panchopan.

Segura de que su amiga se recuperará, decide hablar con Viviana, la psiquiatra del hospital donde se encuentra Adriana, para pedirle que ayude a su hija. Poco a poco, la joven va abriéndose a la doctora y acaba confesándole que Andy fue el causante de que perdiera a su hijo.

Ajeno a esta conversación, el hermano de Marlene se propone seducir a Camila y averiguar qué ocurre en casa de Eva, pero cuando intenta sobrepasarse, la chica reacciona con agresividad: “Si vuelves a intentarlo, te mato”.

Una noche, Soraya sueña con el accidente y al despertar se da cuenta de que querían matarlos. Convencida de que fueron los Monteverde, se lo cuenta a Eva y ambas van a ver a Pablo para que las ayude a descubrir la verdad.

Además, pide a su amiga que la admita en Las Furias, el grupo que Soler ha creado con el resto de sus amigas para vengarse de quienes les han hecho daño.

Entre tanto, los Palacios quieren dar un escarmiento a los clientes que se han ido con Eva y ordenan a sus camioneros sabotear las entregas de su rival.

La vida vuelve a sonreír a Virginia que, tras su salida de la cárcel, no solo disfruta de la compañía de sus amigas sino también de la de Enrique, uno de los conductores que trabaja para Soler.