Nada más enterarse de que su mujer lleva tiempo desviando capital de Mon Sol, Armando convierte en socia a Adriana y estipula que sea la única persona que pueda acceder a las cuentas de la empresa.

Federica, por su parte, se ofrece a formar parte de Soler e Hijas aportando una importante suma, pero Eva no quiere que arriesgue su recién recuperada fortuna: “Aceptaré tu dinero como un préstamo y te lo devolveré”.

Peor es la situación económica de los Monteverde. Andy los amenaza para que le paguen lo acordado por el asesinato de Pancho Mogollón y Robert, acorralado, no encuentra otra salida que pedir un préstamo a Soraya.

Aunque en un principio la viuda se muestra dispuesta a ayudarlo e incluso empieza a extenderle un cheque, tras recibir una llamada cambia de opinión y abandona el lugar precipitadamente, ‘olvidando’ el talón.

Al percatarse de que está firmado y con el espacio para la cantidad en blanco, el hombre no duda en aprovecharse sin imaginar que se trata de una trampa y que la mujer ha denunciado el robo. Ese mismo día, poco después de pasar por el banco, Robert es detenido y encarcelado.

Marlene se entera de que Armando tiene una aventura con Marta y ordena a Rebeca que la secuestre. En un primer momento solo quiere darle un escarmiento, pero presa de un ataque de ira acaba matándola. Poco después, Esteban y Camila, que vigilan la casa desde un coche al otro lado de la calle, se quedan atónitos al ver a Andy metiendo en su vehículo un bulto sospechoso con la ayuda de Marín.

Sin perder tiempo, contactan con Pablo y este, a su vez, avisa a Marcos que sale tras el joven Palacios, que consigue huir. Pero antes advierte a su hermana: “Si yo caigo, tú lo harás conmigo”.

Dispuestos a olvidar por unas horas todo lo que no sea su amor, Bobby y Adriana se dan el “sí, quiero” en compañía de sus seres queridos. Ni siquiera la inesperada aparición de Marlene, que enseguida es expulsada del lugar, consigue arruinar el feliz momento de la pareja.