La relación entre Cengiz y su esposa no mejora después de que ella lo descubriera con otra mujer en un restaurante. A las constantes humillaciones que sufre por parte de esta, se suman los celos que siente. “Estoy seguro de que Eysan tiene un amante. Presiento que está enamorándose de otro hombre”, piensa en la oscuridad de su habitación. Sus sospechas son ciertas, ya que su amada no puede evitar sentirse cada vez más atraída por Ezel, sobre todo, tras recordar el romántico beso que se dieron. La mujer está pensando en abandonar a su marido y marcharse fuera de la ciudad con su hijo.

Lejos de allí, Ömer sigue adelante con sus planes de venganza. Por eso, habla con Alí y lo manipula diciéndole que Atay nunca confiará en él, intentando ponerlo en su contra: “Tú eres mucho mejor, pero ese hombre a quien ves como tu amigo no quiere que vueles alto y hagas cosas grandes. No te ofrece nada bueno”.

Varios días más tarde, Bayraktar, que sigue pensando en su relación con Bahar, recibe la noticia de que Ramiz ha desaparecido misteriosamente. Aunque Tevfik le promete que volverá pronto, el expresidiario no se siente tranquilo sin el apoyo de su principal protector.

Ajena a todo, Eysan llega a la habitación de hotel de su amante y le confiesa su preocupación por ser descubiertos. En ese momento abre la puerta Alí y los sorprende. Ezel le comenta que si calla lo que acaba de ver, lo convertirá en un hombre millonario y muy poderoso. “Acepto el trato, pero tenemos que hacer algo pronto, Cengiz está a punto de llegar y si nos encuentra a los tres aquí, nos mata. Debemos idear una excusa ya”, advierte Pinzas.

Cuando el dueño del casino aparece en la estancia y enciende las luces, todos fingen estar allí para darle una sorpresa por su cumpleaños. “No queríamos que nos arruinaras el plan, tuvimos que tener mucho cuidado. Estabas mal y deseábamos animarte. Espero que no te moleste todo lo que hemos hecho”, le explica su amigo.