Eysan no puede dejar de pensar en la injusta muerte de su hermana y, siguiendo con sus planes de venganza, se acerca cada día más a Kenan. Sin embargo, su odio hacia el hombre cambiará cuando este le descubra la verdadera identidad de su amado: “Él es Ömer y llegó aquí con la única intención de haceros pagar por todo el sufrimiento que le ocasionasteis en el pasado. Quizá ahora no te quiera”. La mujer, que se niega a creer lo que escucha, rompe en llanto. Acto seguido, va al encuentro de su exnovio y se enfrenta a el: “Siempre te he amado, por encima del bien y el mal. Pero no creo que pueda perdonarte después de saber que eres el causante de mi dolor y también del de nuestro hijo”.

Por otro lado, llega a la ciudad el nieto de Ramiz, quien fue manipulado durante toda su infancia por Birkan. El malvado hombre le mintió diciéndole que su abuelo fue el asesino de u padre, y ahora el joven solo quiere acabar con su vida como forma de revancha. A pesar de que después de hablar con su tía Azad comienza a dudar, finalmente apuñala al anciano y termina en el hospital. Allí, el muchacho intenta dar por finalizada su misión, aunque Ezel lo impide clavándole un cuchillo y matándolo. En ese momento aparece Eysan, que había acudido a la clínica con la idea de dar una segunda oportunidad a Bayraktar, pero tras presenciar la escena, sale corriendo muy asustada.

Ömer, que se siente solo tras el rechazo de su amada, acude a su familia y le revela toda la verdad. Mert, desconcertado por lo que acaba de oír ,dice que él no dejará de ser su hermano, pero que necesita tiempo para digerirlo todo: “Te enterramos y te lloramos demasiadas veces en nuestra casa. Entiende que esta jugada del destino es demasiado difícil para entenderla en una noche. Mi corazón estará abierto para ti pero, por favor, vamos poco a poco”. Menos receloso recibe la sorpresa Mümtaz, que por fin puede pedirle perdón a su hijo después de tantos años: “Siento no haber confiado en ti. Un padre debe estar presente en cualquier momento y yo me equivoqué mucho”.