Bahar sigue sintiéndose muy débil y temiendo haber recaído, decide hablar con su novio. “No sé si podré curarme, pero voy a intentarlo por ti, lo prometo”, asegura llorosa. El hombre, que no puede evitar la culpa por haberla traicionado con su hermana, le pide que no tire la toalla y siga luchando.

Lejos de allí, Ramiz habla con Ali para poner en marcha su plan contra Cengiz. “Deberás hacerlo esta noche y tienes que ser rápido si deseas que todo lo que ideamos salga bien. No cuentas con mucho tiempo, pero tienes talento para este tipo de trabajos, por lo que no creo que tengas ningún problema grave”, dice el mafioso.

Horas más tarde, Pinzas se dirige a la casa del mayor enemigo de Karaeski y lo asesina de dos disparos. Mientras, Atay pasa la noche con Eysan, que le promete star a su lado. “A partir de ahora las cosas van a cambiar, ya lo verás, mi amor. Vamos a ser muy felices, sobre todo, teniendo en cuenta lo que hemos pasado estos años. Duerme conmigo hoy, por favor”, dice ella.

A la mañana siguiente, una patrulla de policía irrumpe en el apartamento de la mujer y detiene al empresario acusándolo de haber matado un hombre. asado un tiempo, Eysan declara en el juicio en contra de su marido: “Él no estuvo conmigo en casa. Discutimos y se puso muy violento, por eso se fue hecho una furia. Tenía una mirada que me decía que era capaz de asesinar a cualquier persona”. Atento a esta declaración, el juez lo condena a cadena perpetua. El hombre, que a las pocas horas llega a prisión, no sospecha que su desgracia ha sido una trampa ideada por su mujer, Kırgız y el que considera su amigo, Ezel.

Mümtaz ya está mejor de sus problemas cardíacos su hijo para hablar con él y reconciliarse después de dudar de su necesidad de venganza: “Sabes que tienes mi apoyo y estaré a tu lado cada vez que me necesites. Te quiero”.