Después de confesar a su familia su verdadera identidad, Ömer ha encontrado algo de sosiego en su vida. A pesar de que la reacción inicial de su hermano no fue la que él esperaba, poco a poco, todo ha vuelto a la normalidad entre ellos. “Gracias por haber aguantado este tiempo callada siendo mi leal cómplice. Te quiero mucho”, le dice también a su madre, visiblemente emocionada. Sin embargo, el expresidiario no sospecha que la tranquilidad de la que disfruta está a punto de acabarse.

Por otro lado, Eysan está cada día más cerca de Kenan: “Lo que has hecho por mí es demasiado, ni siquiera sé cómo compensarte por tanta ayuda; solo puedo prometerte que estaré junto a ti siempre que me necesites”. El mafioso comienza a interesarse por la ambiciosa mujer, sin saber que en realidad todo forma parte de un plan: utilizar su poder y dinero para vengarse de él y de Ezel por la muerte de su hermana. “Seré yo quien acabe con todos aquellos que nos destrozaron”, piensa la joven en su habitación.

Azad sigue muy preocupada por el estado de salud de su padre. El anciano ya ha regresado a su escondite, aunque no se encuentra otalmente recuperado. “Tiene muchos enemigos, si saben lo débil que está ahora, será una presa muy fácil para Birkan y todo su séquito”, comenta la muchacha a Alí, que se convierte en su principal apoyo.

Tefo comienza a dudar de su relación con Sebnem Ajenos a los problemas que se ciernen sobre ellos, Sebnem, ya recuperada del brutal apuñalamiento el nieto de Ramiz, y Tefo disfrutan de una romántica comida en un restaurante de la ciudad. La joven le revela ilusionada que ha conseguido un nuevo empleo como relaciones públicas de un conocido hotel que va a trasladarse a un apartamento de más nivel: “Es precioso y muy lujoso; volveré a tener las comodidades que siempre he disfrutado”.

Zaim finge recibir la noticia de buen grado, aunque considera que nunca será capaz de llegar al nivel de vida al que ella está acostumbrada. Así comienza a dudar de su relación.