El Media Luna es clausurado por las autoridades después de que varios huéspedes tuvieran que ser llevados al hospital por ingerir alimentos envenenados. Darío se alegra de que su plan haya surtido efecto y busca a Ernesto Cifuentes para que se culpe de lo sucedido. “Si se trata de destruir la vida de Juan, hago lo que sea”, manifiesta este.

Con el pasar de las horas, la policía hace importantes avances en la investigación y permite que el hotel sea abierto de nuevo al público, pero queda con una pésima reputación. Para colmo de males, Salvador se niega a seguir grabando allí su película.

Jerome, un prestigioso escritor francés, llega a Mazatlán y tratando de ocultar la emoción que lo embarga, se presenta ante Sebastián. Acto seguido, lo convence para que desayunen juntos y le cuenta que está escribiendo una novela con un personaje que se parece a él: “Ojalá puedas colaborar conmigo”. También le revela que años atrás se enamoró de una bella mujer en México. Justo en ese momento, Leonora los sorprende juntos y enfurece. “Aléjate de nuestro hijo. Regresa a París y no arruines mi vida”, le exige una vez a solas.

Al anochecer, Juana Victoria y Sebastián se ven en el puerto y Juana Inés los vigila. Sin más opción, la pareja debe esconderse en uno de los yates que están atracados y hacen el amor por primera vez. “Necesitaba tanto tus besos y tus abrazos”, declara él.

Juana Soledad logra contactar con el espíritu de la difunta madre de Octavio y, como prueba, lo ayuda a encontrar una cajita que le pertenecía a él cuando era pequeño. Además, le cuenta que le ha pedido que le den nietos. Cuando está punto de revelarle que es su padre, Jerome oye a Sebastián hablar de Juan y decide seguir guardando el secreto. Más tarde, se despide de Leonora: “Vuelvo a Francia, pero si hay cualquier problema cuenta conmigo”.

Ajeno a esto, el joven disfruta de sus encuentros clandestinos con Juana Victoria, pero Xavier les hace ver que no es correcto: “Dentro de poco las mentiras les parecerán verdades. No son dignos del respeto de los demás”.

Lejos de allí, en Chiapas, Estefanía vive deprimida tras poner fin a su compromiso y los intentos de Darío para que regrese a vivir con él son en vano. Las investigación de la policía da resultado y descubren que Ernesto Cifuentes fue quien puso el veneno en los alimentos del Media Luna. Entre tanto en el hotel, Juan está desesperado ante la falta de clientes y Todoelmundo le propone que hagan un vídeo para promocionarlo.

Juana Inés, que se ha tomado una gran cantidad de analgésicos para su dolor de cabeza, aparece en bikini dispuesta a participar y todos quedan impresionados. Poco después, debe ser hospitalizada y se sincera por fin con Juana Victoria: “Sebastián es mi hermano y no debería amarlo de la forma en la que lo hago”. Estas palabras propician que la
joven tome una drástica decisión. “Nuestra relación se terminó”, comunica a Oropeza.

Pasados unos días, Juana Soledad tiene una premonición devastadora. Y no se equivoca ya que un poderoso huracán azota Mazatlán. Mientras Darío pone a salvo a Leonora, el Media una se derrumba y Juana Inés queda atrapada en mitad de la desgracia. Por suerte, Mauricio logra rescatarla y es llevada de urgencia al hospital. “Debemos inducirla al coma para que se desinflame su lesión en el cerebro”, informan los médicos