Altagracia decide presentar a Saúl como su pareja delante de su familia. Regina e Isabela lo reciben muy bien y ella les da las gracias por haber podido disfrutar de una agradable velada. Mientras, Céspedes sigue retenido en el sótano y a causa de las drogas que le suministra Matamoros comienza a alucinar.

A espaldas de su patrona, Braulio se reúne con Ximena y le propone aliarse para evitar que Aguirre y la Doña lleguen a un acuerdo y se retire la demanda. “Ni a ti ni a mí nos conviene eso. Debes malmeter a Jaime y decirle que Sandoval le mintió, que no está interesada en negociar y sí en la vecindad”, sugiere él.

El plan surte efecto y el hombre no tarda en ir a la constructora para enfrentar a su enemiga. Sin embargo, antes de que pueda hacerlo Padilla lo toma por sorpresa e inician una disputa que acaba con el patriarca de los Aguirre cayendo al vacío desde lo alto de la azotea. La Doña, que se encontraba cerca de allí reunida con Yesenia, contempla la escena con estupor y en ese momento aparecen Saúl, Mónica y Karen.

Todo señala a la poderosa empresaria como la causante y Velarde intenta que las autoridades la detengan, pero Braulio llega y lo impide. “Yo no le hice nada. Tienes que creerme”, suplica Sandoval a Saúl, pero él solo tiene cabeza para apoyar a Azucena.

Diego ve a Emiliano besarse con Isabela y en un ataque de celos, lo golpea: “¡Traidor! Juegas con todas las chicas y esta vez lo haces con la que me gusta a mí”.

Azucena sigue muy afectada por la muerte de su esposo y le hace prometer a Saúl que no volverá a acercarse a la Doña. Ella, por su parte, está dispuesta a todo por demostrar su inocencia y recuperar a su amado y secuestra a Yesenia para presionarla a que diga que estaban reunidas en el momento de la muerte de Aguirre. “No te tengo miedo, mátame. Te has convertido en un monstruo y no quieres ni a tu familia”, asegura Sandoval a su sobrina cuando le apunta con un arma. Por suerte, llega Regina y evita que se produzca una desgracia.

Valeria sale a cenar con Lopecito mientras que Braulio en casa pierde los nervios preguntándose dónde estará. También desconoce que su esposa se ha sometido a una prueba de embarazo después de sufrir varios mareos y ha dado positivo.

Mónica se convierte en el mejor apoyo de Saúl tras la muerte de su padre y ambos se quedan dormidos en el sofá abrazados. Al amanecer, Altagracia se cuela en la casa de su amado y al verlos les reprocha su traición.

Regina se arma de valor y va a buscar a Felipe: “Tú eres mi felicidad y mi hermana no merece que me sacrifique por ella”. Valenzuela se lanza a sus labios y disfrutan de una apasionada noche.

Enloquecida, la Doña regresa a la hacienda y dispara a bocajarro a Alejandro cuando lo encuentra en el altar que tiene en memoria de las víctimas de los Monkeys. Ajeno a esto, Saúl evita que Diego abuse de Mónica.