En su objetivo de separarla de Aguirre, Yesenia siembra dudas en Mónica y le aconseja que acepte el amor de Adolfo: “Saúl me acosaba a preguntas y no he tenido más remedio que decirle la verdad. Altagracia es inocente. Yo estaba con ella cuando murió Jaime”. Y añade: “Lo más probable es que ahora se reconcilien”.

Lejos de allí, Karen detiene a Braulio como sospechoso del homicidio de Jaime y de la desaparición de Ximena.

Felipe se reúne con el empresario que han contratado Altagracia y Rafael, pero no cae en su trampa y rechaza el dinero que le ofrece a cambio de ciertas ayudas. “Grabé toda la conversación para evitar que manipularan mis palabras. Sé que pretenden destruirme”, confiesa a Regina.

No se equivoca ya que horas más tarde Leticia, instigada por su esposo, emite en el telediario un vídeo manipulado donde parece que el político sí aceptó el soborno. Furioso, se presenta en el canal y exige su derecho a defenderse, pero los Cabral se niegan. No así los directivos y Valenzuela puede mostrar sus pruebas, ganándose el cariño de la gente por su honradez.

Emiliano busca a Isabela tras consumir drogas e intenta propasarse con ella. Por suerte, Mónica lo ve y le da un fuerte golpe en la cabeza para impedirlo.

Arrepentido de culpar a Altagracia de la muerte de Jaime, Saúl va a disculparse, pero ella se muestra inflexible: “No estuviste ni estás a la altura de una mujer como yo”. Aun así, lo cita esa misma noche en el lugar donde hicieron el amor por primera vez sin imaginar que Mónica también le pidió que se vieran.

Tras hablar con Margarita, Leticia confirma sus peores temores, Rafael fue uno de los miembros de los Monkeys y lo confronta: “Sé que tenías el mismo tatuaje que Daniel Llamas, Franciso Vega y Miguel Preciado. Violar y matar es de psicópatas. Me has dado una vida llena de mentiras y quiero que te vayas”. Sin más opción, Cabral le cuenta cómo sucedieron las cosas y entre lágrimas suplica a su esposa que lo perdone.

Altagracia continúa con su venganza y propicia un encuentro con Francisco en el hipódromo. Cuando Sandoval revela su identidad, él se percata de que es la mujer a quien violaron y le golpea en la cabeza con una pala.

Más tarde, la mujer despierta en una cabaña apartada y se impacta al ver que Matamoros también está retenido y le han cortado los dedos de la mano izquierda. “Dame los nombres de las personas que saben de los Monkeys o tu sobrina pasará por el mismo calvario que tú cuando eras joven”, anuncia Vega.

Mientras, Saúl se decanta por Mónica y disfrutan de una romántica velada en un restaurante. “Te amo y prometo que no volveré a ver a Sandoval”, dice él.

Elena sorprende a Lopecito besándose con Valeria y asegura que nunca le dará el divorcio. A su vez, Emiliano encuentra a Leticia inconsciente tras ingerir un bote de pastillas y la lleva al hospital.

Francisco informa a Daniel y Rafael del secuestro de la Doña y este último le pide que los lleve a la cabaña. La constructora se sorprende al ver a su amigo golpeado y le hace una inesperada confesión: “No descansaré hasta que los Monkeys estén muertos. Fruto de su violación tuve una hija”.

Llamas, que no está dispuesto a dejar morir a la Doña, envía su ubicación a Saúl y le hace una llamada para advertirle de lo que sucede. Ajeno a esto, Vega trata de estrangular a la constructora, pero Rafael sale en su defensa y

Sandoval acaba con la vida de Fernando. Braulio llega y su patrona le ordena que saque a Daniel de allí sin que nadie los vea. Poco después, aparece Aguirre junto a Karen y encuentra a su amada moribunda y con un arma en la mano.

De inmediato, la trasladan al hospital y allí Aguirre se declara sin saber que Mónica lo oye: “Me volví loco al pensar que podía perderte. Te sigo amando”. En otra habitación, Emiliano es testigo de una acalorada pelea entre sus padres y entra en crisis al conocer el turbio pasado de Rafael.