Año 1800 en Santa Lucía, un pueblo de California (Estados Unidos). Un campamento de indígenas es arrasado por un destacamento de militares españoles que pretende conquistar sus tierras. Apenas se salvan unos pocos, entre ellos, un niño al que llaman Pequeño Zorro y que es hijo de Toypurnia y del capitán Alejandro de la Vega.
El soldado solo se entera de la existencia del pequeño tras la cruel intervención, entonces lo reconoce y lo bautiza como Diego. Además, encarga su educación al padre Tomás Villarte.
El fraile le inculca principios religiosos y liberales y, en secreto, lo convierte en un experto espadachín pues aspira a introducirlo en una misteriosa organización, Los Hermanos, que protege a los débiles. De este modo, se van forjando en Diego dos personalidades: la del joven que vive conforme a su clase social y la de un valiente guerrero.
Militar y años después vuelve convertido en un respetado soldado. El hijo de Alejandro conoce a la bella Esmeralda El joven se queda desolado con la situación de la ciudad, tomada por el capitán Ricardo Montero, que ha instituido un régimen del terror. Tras comunicar a Villarte su deseo de acabar con el opresor, ingresa en su cofradía, donde lo llaman el Zorro.
Escondido tras un antifaz, empezará su valerosa aventura donde conocerá a la bella Esmeralda Sánchez de Moncada.