En la ciudad chilena Viña del Mar, Ángel Mercader lleva una vida tranquila con su esposa, Valentina, tras jubilarse como médico. Machista y manipulador, presume de sus siete hijos, a los que asegura haber criado “como auténticos machos” y a quienes ha bautizado con nombres que comienzan con la letra A, como el suyo. Sin embargo, pronto descubrirá que esa educación les ha hecho infelices.
Alonso, el primogénito, es un prestigioso arquitecto que vuelve a enamorarse tras superar la muerte de su esposa. Pero hay un problema: Sonia, la humilde vendedora de empanadas en la que se fija, fue la amante de su padre durante años.
Armando debe volver con su esposa, Consuelo, y su hijo, Andresito, a casa de sus padres cuando le despiden. Ariel, el tercero, también regresa pero él de España, donde ha ejercido de cardiólogo. Desea reconciliarse con su padre, quien lo expulsó de casa cuando descubrió que era homosexual aunque él lo ignora. Álex, el mujeriego, regenta un bar en la playa. Intenta conquistar a Fernanda, una profesora, y mantiene dos relaciones clandestinas: con Mónica, la novia de su amigo Benjamín, y con Soraya, una empleada de sus padres.
Adán, el ojito derecho de su padre, es ginecólogo y tiene novia, Belén. Pero se siente atraído por Fernanda, lo que lo enfrentará a su hermano Álex. Amaro también mantiene en secreto su relación con su profesora de cine porque es veinte años mayor que él. El menor y el más rebelde de todos se llama Antonio, aún no ha terminado el bachillerato y adora los deportes extremos.